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La XXII edición de El Sol, celebrada en San Sebastián a finales del pasado mes de mayo, repartió sus grandes premios entre Argentina (televisión, radio y medios), España (exterior, marketing directo y marketing promocional) y Chile (prensa y revistas). Sin embargo, quedaron desiertas las secciones de platino e interactivo en una edición en la que, una vez más, brilló el apartado de televisión, los argentinos volvieron a hacer gala de su estilo fresco y atrevido, demasiado reiterativo para algunos, y se repitió el exceso de truchos en gráfica. Pero además, el festival consiguió un nuevo récord de asistencia y, después de tres años a su frente, Luis Cuesta se despidió de la dirección del certamen.