Carlos Rolando, fotografiado por Michele Curel para 'Anuncios' en 1989 |
¿Sabes?: hay personas, unas pocas personas, que han ejercido una influencia decisiva en el desarrollo de tu vida.
Y Carlos Rolando ocupa este sitio en la mía.
Desde el primer momento en que le conocí.
Él acababa de llegar a España  en 1968 y, casi por azar, resulta que el primer sitio en que trabajó fue en una agencia que se llamaba Carvis donde también trabajaba yo. Su papel como director de arte y creativo fue relevante desde el primer momento. La admiración de todos, de los demás creativos, de los clientes.
Y voy a poner un ejemplo de su papel, que no se limitaba a hacer sino que pensaba que para hacer, y para hacerlo cada vez mejor, había que saber, saber cada vez más. De pronto un día nos habló de Marshall Mcluhan. McLuhan era un pensador que apenas estaba amaneciendo en el mundo de la comunicación en todo el planeta. Y Carlos Rolando nos impulsó a saber sobre esa revolución. Se trajo Understanding media, el libro de McLuhan que trascendía y, un día a la semana, los creativos nos traíamos el bocata y nos quedábamos a la hora de comer en la sala de Carvis, para escuchar los temas que Rolando iba extrayendo de este autor, y discutíamos sobre los mismos y sobre el cómo esto debía modificar nuestra manera de pensar y de crear las piezas de comunicación publicitaria para los diferentes medios.
Carlos era la punta de la lanza. Formaba parte de los líderes, de lo que estaba siendo una innovación en comunicación en todo el mundo.
Y no dejó de tener esta mentalidad, esta inquietud, este placer, toda la vida.
¡Gracias, Carlos!