Mucho se ha escrito acerca de cómo hay que crear una marca, de qué hay que hacer para que ésta sea verdaderamente eficaz, relevante, conocida, fiable… Seguramente podría alargar la lista de adjetivos hasta el infinito, pero no hace falta.
Mucho se ha escrito sobre todo ello pero, ¿qué ocurre cuando una marca desaparece? ¿Adónde va a parar? ¿Ocurre como con la materia que, según la famosa ley de Lavoisier, “nada se crea ni se destruye, todo se transforma”? ¿Qué siente el creador de una marca eficaz, relevante, recordada, fiable… cuando esta desaparece?
Son preguntas para las que yo no tengo respuesta. Preguntas que nacen de una noticia aparecida hoy mismo en Anuncios acerca del resultado final la fusión de SCPF con Wunderman y JWT.
Preguntas y más preguntas: ¿qué ocurre con la reputación, con la confianza, con el deseo que habíamos puesto en esas marcas? ¿Podemos ser capaces de trasladarlos a la nueva marca resultante? ¿Va a ser la nueva Wunderman Thompson España el resultado de la unión de los valores, las capacidades, las voluntades, las confianzas o lo que sea de sus integrantes?
No.
Ni SCPF es JWT, ni Thompson es Wunderman. Ni ná, ni ná.
Cuando una marca desaparece, algo se funde y nos deja. Y tendríamos que hacer algo para remediarlo. No es nostalgia. Es salud mental. Uno no puede dejar de admirar algo de hoy para mañana. Ni puede trasladar su amor de forma voluntaria al resultado de una decisión empresarial, por argumentada, necesaria o rentable que esta sea.
Admiré en su día las capacidades de JWT y he estado años gozando de la excelencia creativa de SCPF. La fusión resultante me deja un poco huérfano. No por la duda ante el futuro que se avecina, sino por mi incapacidad de redirigir mi amor.
Será la edad. O las fusiones. No sé. Pero creo que habrá que inventar un cielo para las marcas.
Joan Canal es director de Albanta/AAM. A lo largo de su carrera ha trabajado además en HDM, Delvico Bates, Carat y Brainventures.
Despedida
Varias han sido también las reacciones de distintos profesionales en Twitter sobre la desaparición de la marca SCPF y, especialmente, sobre la forma en la que la agencia lo ha comunicado a través de su propia web. Reproducimos aquí algunos de esos comentarios.