Page 34 - Nº2 Mujeres a Seguir
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# opinión
                       y
              Irene Villa   Periodista



                                                    ¿Perro        Siempre he tenido animales y es indiscutible el cariño que dan e incluso
                                          versus hijo?            su valor terapéutico. He tenido gatos comunes, una persa, un siamés y
                                                                  perros  de  distintas razas:  yorkshire, caniche,  pastor  alemán,  pomerania,
                                                                  etcétera. La que tenemos ahora es una caniche mediana que lleva
                                                                  dicisiete años en la familia (ha convivido con otros animales que nos
                                                                  han ido dejando, ninguno tan longevo). Por ello entiendo perfectamente
                                                                  que el hashtag #amorperruno sea tan utilizado en la redes sociales, pero
                                                                  lo que no comprendo, y francamente me preocupa, es que cada vez más
                                                                  parejas sustituyan la paternidad por un animal. Es verdad que cuando no
                                                                  tienes hijos, los animales ocupan ese rol y nos volcamos quizá de forma
                                                                  desproporcionada en ellos (desmesurado es también el dolor por su pérdida,
                                                                  ya que no estamos aquí para sufrir y menos por un animal, por mucho
                                                                  cariño y compañía que nos hagan). Un perro implica menos obligaciones
                                                                  y aunque el amor no sea comparable, el cariño es inmenso. Los llamados
                                                                  animalistas llegan a conferir a los animales cualidades y capacidades que
                                                                  hasta ahora solo se habían atribuido al ser humano. Cada vez es más
                                                                  común humanizarlos y proliferan las personas conocidas que se vuelcan en
                                                                  la defensa de sus derechos y promocionan la adopción animal, algo que
                                                                  paradójicamente cuesta tanto y se publicita menos cuando a niños se refiere.

                                                                  Francamente no creo que sea necesario elegir. Lo triste es que los motivos
                                                                  para optar por un perro versus hijo sean creer que tener descendencia significa
                                                                  estar abocado a la esclavitud, a un sacrificio permanente, a perder calidad
                                                                  de vida o a dejar de vivir tu vida para preocuparte por la del recién llegado.
                                                                  Esto, unido a la decisión comprensible y respetable de muchas mujeres de
                                                                  no ser madres, está haciendo que miles de parejas se pierdan, como me
                                                                  decía mi madre cuando pensé que nunca sería madre, “lo mejor de la vida”.

                                                                  Lo prioritario es que desaparezcan las trabas a la hora de conciliar trabajo
                                                                  y familia, y ya que los centros de reproducción asistida se han convertido
                                                                  en lugares imprescindibles, tener acceso a tratamientos públicos con
                                                                  independencia de la condición sexual y de si se tiene o no pareja. Hoy en día
                                                                  no hay un modelo único de familia tradicional, solo una premisa: el amor es
                                                                  vital para criar y educar a un hijo. También habría que facilitar los trámites de
                                                                  la adopción, una bonita decisión cuando la naturaleza pone trabas, pero que
                                                                  implica un proceso demasiado duro y costoso. Por suerte la ciencia avanza y
                                                                  la edad ya no juega tan en contra, es más, un estudio reciente  relevó que las
                                                                  mujeres que tienen un hijo en edad tardía envejecen más lentamente y viven
                                                                  más años porque están más tiempo protegidas por lo estrógenos de algunas
                                                                  enfermedades relacionadas con el paso de los años. Mi deseo es que toda la
                                                                  que lo desee, pueda tener o adoptar este milagro de amor infinito.

                                                                  Y es que yo también me sentí engañada por una sociedad más exigente con
                                                                  nosotras, que nos conmina a posponer o evitar la maternidad y traicionada
                                                                  por el mensaje: es más fácil tener un perro. Porque anteponer nuestra
                                                                  supuesta comodidad a lo más maravilloso de la vida significa restar felicidad.
                                                                  Porque no existe mayor motivación, ni mayor regalo, que la sonrisa de un
                                                                  hijo. #














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