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# social
















































        Alba Sotorra (Reus, 1980) dirige y produce películas y les pone su piel,  «Cuando salí de
        si es necesario. No es retórica. Para filmar Comandante Arian, su último   siria y CruCé a
        documental, entró en Siria en plena guerra sola y de forma ilegal. Hizo lo   Turquía arriesgué
        que no osan hacer más que algunos periodistas a los que se tacha de locos
        y, cámara en mano, se puso en primera línea de fuego para contar la vida de  muCho más por una
        una unidad militar compuesta exclusivamente por mujeres. Las soldados  TonTería. esTaba
        que ella retrató en Comandante Arian luchan contra el ISIS. Lo hacen para   Tan exCiTada por
        defender sus tierras y sus libertades como mujeres.
                                                                  dejar la zona de
        Sotorra, que ha estrenado este trabajo en los festivales más importantes del  ConfliCTo que
        mundo, ya había estado antes en la guerra. En Afganistán rodó Game over, una  al primer TaxisTa
        cinta que ganó un Gaudí como mejor documental. Pero esa es otra historia,   que Cogí le dije
        ahora hablamos de esta cinta sobre un batallón mujeres guerreras que está   que me llevase
        construida como un  flashback. Su protagonista, la comandante Arian, se
        recupera de heridas recibidas en combate mientras recuerda cómo es la guerra  a beber Cerveza.
        y en qué consiste su lucha contra el fundamentalismo. Para esta bárbara y real  llevaba dos meses
        historia en la que hizo de cámara, sonidista, productora y guionista, necesitó   sin Tomarme
        viajar tres veces al país durante dos años. Aprendió kurdo y vivió la muerte   una Caña y nos
        de una amiga, la brigadista internacional Ann Campbell. A ella le dedica
        una cinta por la que se ha jugado la vida. ¿Merece la pena?, le preguntamos.  emborraChamos
        “Claro. Lo volvería a hacer”, afirma con voz suave y sin dudarlo.   los dos en el
                                                                  CoChe dando
        Pero ¿dónde está el límite?
        Soy muy optimista y siempre pienso que a mí no me va a pasar nada. Me da   vuelTas por no sé
        fuerza esa sensación de inmortalidad que tengo. Sé que he asumido riesgos,  dónde. eso sí que
        pero para vivir de verdad hay que arriesgarse. Y no solo para traer una historia  fue insensaTo»
        como esta y cumplir con tu responsabilidad de documentalista y tus ideales
        como feminista. En los tres viajes que hice sentí casi siempre que, de alguna  >>


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