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sara Porras:
«el problema no es que
exisTa la pornografía,
Fue un cambio sin duda profundo, pero ni la sino que no exisTan Incluso tras los muchos avances que se
liberación consiguió todos sus objetivos ni resultó oTras esferas donde produjeron durante la segunda mitad del siglo
ser la panacea para la igualdad, como ya por poder hablar de pasado, los medios y la cultura han seguido
entonces se encargaron de señalar destacadas sexualidad y planTear vendiendo un modelo único de sexo ‘normal’. En
voces del movimiento feminista de la época. general, todavía lo imaginamos como lo refleja el
Autoras como Kate Millet, alertaron del riesgo que eso no deJa de ser cine: relaciones en su mayoría entre una pareja
de que esa revolución ‘a medias’ y el empuje del una represenTación. heterosexual que en un par de minutos resuelven
neoliberalismo de los años posteriores acabaran TambiÉn hay películas el asunto pasando por A y por B hasta llegar al
favoreciendo el desarrollo de nuevas formas de de asesinaTos, pero la orgasmo. La realidad es algo más complicada.
relaciones de dominación y el que las mujeres La brecha orgásmica que señaló Shere Hite en
terminaran convertidas en objetos sexuales genTe no inTerpreTa los setenta ha sido confirmada por infinidad de
vinculados al mercado capitalista. Es decir que, que eso sea un paTrón investigaciones después y sigue existiendo a día
paradójicamente, la liberación sexual podía de comporTamienTo de hoy. Según una reciente encuesta realizada por
acabar acarreando nuevas esclavitudes para ellas. la firma de juguetes eróticos Platanomelón y en la
normalizado»
que participaron casi 11.000 españolas, solo tres
No cabe duda de que durante esos años se de cada diez mujeres alcanzan el orgasmo durante
introdujo en la sociedad una actitud más abierta respecto al sexo, pero la la penetración y el 68% de ellas reconocen haberlo fingido. Casi la mitad lo
promesa de unas relaciones libres e igualitarias no llegó a cumplirse del ha hecho “para no hacer sentir mal a su pareja”. Evidentemente, no llegar
todo. De hecho, a día de hoy todavía seguimos sin ponernos de acuerdo al orgasmo alguna vez no es ningún drama, pero que la falta de reciprocidad
en algo tan básico como en qué consiste realmente esa libertad. “Hay se convierta en norma y que las mujeres sientan la necesidad de mentir a
una divergencia entre lo que se considera ser libre sexualmente y lo que sus parejas al respecto sí pueden ser señales de que ahí hay un problema.
significa para mí”, explica la escritora Bel Olid. “En el imaginario colectivo
sigue significando tener muchas relaciones con muchas personas sin En este último año se han popularizado unos aparatitos electrónicos que
demasiadas trabas, pero para mí es tener relaciones con quien quieres, prometen orgasmos en menos dos minutos a través de la estimulación por
cuando quieres y como quieres, compartiendo deseo y placer”. Dejarse ondas sónicas o aire a presión del clítoris. A pesar de su poco sugestivo
guiar por el deseo y el placer podría parecer lo más fácil del mundo, pero en nombre, los succionadores de clítoris no solo se han vendido como rosquillas,
su libro ¿Follamos? (Editorial Bridge), Olid expone lo complicado que nos también han conseguido que se hable de la masturbación femenina de una
sigue resultando deshacernos de las ideas que nos han enseñado sobre los forma mucho más abierta. Son varios los factores que pueden explicar su
cuerpos que deberían gustarnos o las prácticas éxito, pero el principal es que realmente funcionan.
que se consideran ‘normales’; olvidarnos, en No son para todo el mundo, hay a quien no le
definitiva, del papel que, se supone, tenemos una vez consTaTado gusta la sensación que producen, pero la mayoría
que jugar en la cama. Coincide la sexóloga de las mujeres que los han probado confirman que
Miriam Conde, para quien la libertad en el hecho de que las son extremadamente efectivos en su cometido. Y,
el sexo debería estar fundamentalmente cosas esTán cambiando, además, lo cuentan. “La primera vez que yo supe
relacionada con la ausencia de normas aparte la pregunTa ahora es de los succionadores de clítoris fue porque escuché
de las impuestas por el respeto y el acuerdo hacia dónde orienTar a una colega diciendo que había usado uno y había
que se tenga con la pareja o parejas. “Pero alucinado con ello. Me lo ofrecieron en una tienda,
más allá de esto todavía existen muchísimos ese cambio. es decir, lo probé y, efectivamente, yo tampoco había probado
estigmas y etiquetas”, asegura. “Hay una idea cómo conseguir que en nada igual. Se fue corriendo la voz y al final todas
muy marcada sobre lo que se debe y no se esTe siglo xxi nuesTras las amigas terminamos teniendo uno porque nos lo
debe hacer, lo que es oportuno y lo que no, relaciones sean de habían regalado o nos lo habíamos comprado por lo
sobre todo con respecto al género: lo que una que oíamos”, relata Bel Olid. Ese efecto boca-oreja
mujer puede o no permitirse. El sexo está muy verdad más libres e explica cómo los succionadores de clítoris se han
guionizado”. igualiTarias convertido, en tiempo récord, en los reyes de los >>
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