El Festival de Cannes se ha convertido en un coloso de la tal magnitud que no resulta fácil tomar perspectiva sobre el mismo y tratar de obtener algunas conclusiones útiles a partir de lo que allí ha sucedido. Parece ocioso repetir que las secciones del certámenes de creatividad no se compadecen con la realidad del mercado, pero no está de más señalar que la participación Cannes, como la de otros grandes festivales, se dividen en piezas y casos. Ocurre, y así ha pasado en Cannes, que a veces las piezas que que componen los casos tiene n tan nivel d excelencia que son capaces de ganar premios, y grandes premios, por sí solas. Y si este festival ha tenido piezas estelares, y quizá destaquen en este sentido Gorilla y Uniqlock, no parece descabellado afirmar que los grandes protagonistas del certamen han siso las campañas HBO Voyeur y la de lanzamiento del videojuego Halo 3. Seguramente son dos excelentes case histories para las escuelas de publicidad y marketing: ejemplo de cómo se pueden usar unos recursos sin duda abundantes con imaginación, talento, sensibilidad, sofisticación y afinada puntería estratégica; de cómo la tecnología es relevante sólo si se pone al servicio del mensaje y de la marca y enfatiza el elemento humanista de la publicidad; de cómo lo digital se ha colocado en el centro de la comunicación comercial (y esto tambi'ñen vale para Gorilla y, obviamente, para Uniqlock).
Cannes ha sido también este año un festival generoso en los premios, que ha visto desfilar mucha calidad por sus pantallas y paneles y en el que muchos miembros de los diferentes jurados han hecho patente un enorme entusiasmo por las mejores piezas y, sobre todo las mejores ideas, que les había tocado juzgar. Y seguramente son las ideas sencillas, a veces algo ingenuas (¿o no lo es, por ejemplo, lanzar una campaña para encontrar nuevos líderes políticos para un país de mil millones de habitantes?) y por eso muy poderosas las que han salido vencedoras del certamen. Y aunque cannes no es un festival de eficacia, muchas de esas ideas se presentaban refrenbdadas por espectaculares resultados.
Y Cannes ha sido, por último, el festival en el que Procter & Gamble ha sido nombrado Anunciante del Año. Y se puede tomar una actitud cínica ante el “We love you!” que Jim Stengel, director de marketing mundial de marketing de la compañía, dirigió
a sus agencias al recoger el premio, pero también está claro que la publicidad de P&G tiene una calidad y un vuelo del que carecía y eso, proviniendo de un anunciante como éste, debe lanzar un mensaje muy determinado a toda la industria. Como lo hacen muchas de las cosas que pasan en Cannes.
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