Pasada ya la borrachera de éxito de nuestro combinado futbolístico en la inolvidable Eurocopa (efectivamente, queridos lectores, les debo 50 pavos), se acerca la pretemporada marcada por un cristianoronaldismo que, francamente, aburre a las ovejas.
Visto que este medio de comunicación cierra por vacaciones con este ejemplar y que casi todos los que nos dedicamos a esto nos vamos a disfrutar de un merecido descanso estival, llega el momento de prepararnos para la vuelta al cole, ese gratísimo momento en el que nos proponemos firmemente que nuestra vida va a cambiar pero ya. Que vamos a utilizar el Wii Fit todos los días hasta que recuperemos ese cuerpo con el que habíamos cosechado tantos y tantos éxitos. Que nos vamos a atrever con cualquier planetagostinismo con el que nos sorprendan las editoriales: curso de esloveno, colección de dedales de elvis presley… lo que nos echen. Que vamos a trabajar menos horas y vamos a aprovechar mucho mejor el tiempo. En fin, lo que ustedes quieran.
Sin embargo, y sin menospreciar sus proyectos de cambio personal, la extremada competencia en la que se desarrolla nuestra labor profesional hace que los creativos no podamos descuidar ni un solo segundo nuestra preparación. Así que, si es usted creativo, le invito a que se centre. A que, de una vez, invierta su verano como cualquier estrella de medio pelo de la NBA, tirando 5.000 triples al día y mejorando para la temporada que viene. Si quiere ud. ser de verdad un crack escribiendo flyers, olvídese de la tentación de la horizontalización en una playa de confianza y concéntrese en lo que de verdad importa: la pretemporada creativa.
Básicamente, consiste en dos ejercicios que se pueden (o no) llevar a cabo simultáneamente:
1. Aislamiento publicitario
2. Estudio psicológico del director creativo
Para liberar nuestro cuerpo y mente de perniciosas influencias, de bobinas de cannes, de the one shows, de archives, de shots y demás instrumentos que nos invitan a pensar que sólo hay un mundo y es el publicitario, les recomiendo que prueben la técnica del Aislamiento Publicitario. Se trata de intentar no ver ni un solo anuncio durante nuestro descanso estival. Es un ejercicio durísimo pero, como la dieta del sirope de savia, es reveladoramente depurador. Como en las dietas, están ustedes autorizados (cómo no, sería cruel e inhumano impedírselo) a seguir visionando Dónde estás corazón, pero haciendo zapping inmediato en los anuncios. Y cuando Cantizano promocione algo se tapan ustedes los ojos y los oídos como buenamente puedan. También está permitido leer el Marca pero tapando los faldones, los robas y todo lo necesario para aislarse de los mensajes comunicacionales. Y en sus paseos por los ídems marítimos, les aconsejamos llevar un abanico con el que poder aislarse de los contaminantes efectos de las vallas y las marquesinas.
La segunda parte de la pretemporada creativa consiste en identificar con qué tipo de director creativo se trabaja para poder incrementar gratamente el índice de ideas susceptibles de ser presentadas a un cliente. Por ello es importante dedicar unas horas a analizar la complicada psiquis de los directores creativos para, de esta manera, poder estar en una mejor sintonía con quién te va a aprobar, o no, una idea.
Perfiles
Considerando que ser director creativo es bastante similar a ser entrenador de fútbol, aquí les ofrezco una serie de perfiles para que ubiquen el perfil psicológico de su director creativo/a:
Entrenen, entrenen, que septiembre está al caer y, como todos los años, nos pilla el toro.