Por todos es asumido el conmensurable esfuerzo que debe asumir un deportista hasta que logra competir en unos Juegos Olímpicos. Pero, en algunos casos, es incluso más complicado este trayecto. Sirva como ejemplo de esta idea el caso de los atletas refugiados, a los que la vida les ha impuesto la tragedia en el sentido más cruel de su significado. Precisamente a ellos está dedicada la nueva campaña del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ha sido creada por la agencia Don’t Panic.
La pieza principal de este proyecto es una película llamada The Journey. Producida por Anonymous Content y dirigida por Pantera —colectivo conformado por los argentinos Brian Kazez, Pato Martínez and Francisco Cantón—, la pieza narra la peligrosa carrera que una anónima atleta refugiada realiza para perseguir su sueño olímpico. Una carrera que comienza en plena vorágine de terror y bombas, que atraviesa peligrosas y polvorientas carreteras de una localidad marcada por la pobreza, y que concluye en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Casi en su cierre, una cartela lanza la siguiente reflexión a los espectadores: “Han visto lo peor del mundo. Ahora están aquí para ser los mejores”. Y lo hace con el objetivo de pedir apoyo a los equipos olímpicos y paralímpicos de refugiados.
El rodaje de este proyecto tuvo lugar en Argentina. Bajo la dirección creativa de Rick Dodds, en el mismo también han tomado parte otros profesionales como Fran Hauser, director  de fotografía; Tor Fitzwilliams, director de fotografía, o Mate Yaya, en la composición musical.