Sergio S. Macías, redactor en La Despensa, es el protagonista de la nueva entrega de El Relevo, la sección que dedicamos a descubrir las opiniones y las vivencias de los nuevos profesionales. Además de en Anuncios.com, puedes encontrar este contenido en el Nº 1685 de Anuncios.

ANUNCIOS. — ¿La publicidad ha sido lo tuyo desde el principio? ¿Qué formación tienes?
Sergio S. Macías. — Hasta finales de segundo de bachillerato estaba convencido de que sería arquitecto. No sé qué me pasó, pero semanas antes de selectividad me dio un vahído y cambié la creatividad de las estructuras por la publicitaria. Gracias, Sergio del pasado. Tras esta maravillosa decisión, estudié Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Sevilla e hice el portfolio Program de Miami Ad School Madrid.
A. — ¿Desde cuándo estás en la compañía y qué labores has desempeñado en ella hasta ahora?
S. S. M. — En un par de semanas cumplo dos años en La Despensa. Empecé como trainee y ahora soy junior copywriter. A pesar de que mi puesto oficial es el de redactor, no soy un redactor al uso. En muchas ocasiones también estoy involucrado en otro tipo de tareas, como la edición de vídeos. Mi abuela diría que soy mu apañao. Yo prefiero llamarlo perfil polivalente.
A. — ¿Qué recuerdo se te ha quedado grabado a fuego de tu primer día de trabajo?
S. S. M. — Mi primer día fue en plena pandemia. Mi directora creativa (a la que aún no conocía) me mandó un mail diciéndome que nos veríamos más tarde porque estaba en tráfico. No entendí nada y estuve semanas intentando averiguar qué era eso que tanto tiempo le llevaba los lunes. Más tarde descubrí que, afortunadamente, no tenía ningún tipo de problema legal con la DGT.
A. — ¿Te costó cambiar el rol de prácticas a trabajador?
S. S. M. — Siempre digo que soy un hombre de una sola agencia. Empecé como trainee en La Despensa y, tras seis meses, me hicieron junior. Me siento muy identificado con Hannah Montana, he vivido lo mejor (y lo peor) de los dos mundos. Lo cierto es que mi vida no cambió en absoluto: mismos clientes, mismos superiores, mismas responsabilidades y mismo entusiasmo. Eso sí, mi cuenta bancaria agradeció el cambio de rol.
A. — ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu día a día?
S. S. M. — Lo que más me gusta de mi trabajo es que siento que ha cambiado mi manera de ver la vida. Para mí, ser creativo no se reduce a mi labor en la agencia. La creatividad también puede vivir en la cotidianidad. Lo que menos me gusta es que en realidad no somos publicistas, sino publicitarios. Suena fatal y no pienso decirlo así ni una vez en esta entrevista.
A. — ¿Una campaña, de cualquier época y lugar, en la que te hubiera gustado participar?
S. S. M. — Hay dos tipos de publicidad que me gusta mucho: la que me hace reír y la que busca hacer del mundo un lugar un poco mejor. Así que en la categoría risotas, me quedo con Con poco me lo monto de Fanta. Si tras tantos años ese jingle sigue retumbando en mi cabeza, por algo será. Y como publicidad con propósito diría The Tampon Book de The Female Company. Creo que ofrece una solución a un problema real de una manera muy sencilla.
“Hay dos tipos de publicidad que me gusta mucho: la que me hace reír y la que busca hacer del mundo un lugar un poco mejor”
A. — ¿Una persona que, a nivel profesional, te inspire?
S. S. M. — Pedirme que escoja a una sola persona es como pedirle a un niño pequeño que escoja su Pokémon favorito: imposible. Así que mejor, me explayo. A lo largo de mi trayectoria profesional he tenido la suerte de contar con dos mentoras extraordinarias: Auxi Barea (directora de social media y contenido) y Eva Bedón (directora creativa). Su visión de la publicidad y su capacidad de adaptarse a los nuevos medios y formatos son para mí una fuente de inspiración diaria. Pero creo que la inspiración no viene siempre desde arriba, muchas veces la encuentras en tus iguales. Mis compañeras de La Despensa, Irene López y Gisela Castañé me motivan día a día a seguir luchando por una publicidad dirigida a la gente de verdad, la de la calle, y no a los publicistas.
Si tuviese que escoger a alguien que no conozco personalmente, diría Pablo Poveda y Guille Fernández (directores creativos en Ogilvy Madrid). Han participado en campañas como Con mucho acento de Cruzcampo y han liderado los últimos proyectos del Ministerio de Igualdad. Siento que sus anuncios conectan con la gente porque parten de insights muy arraigados a la cultura popular y creo que es algo muy difícil de conseguir.
A. — ¿Sin qué red social o aplicación no puedes vivir?
S. S. M. — Me encanta la publicidad digital, así que siempre estoy pendiente de las redes sociales para explorar si las marcas pueden sumarse a las nuevas conversaciones. Partiendo de la base de que Instagram, Twitter y TikTok son mis mejores amigos, diría que últimamente no puedo vivir sin Spotify y sin los pódcasts.