Page 10 - MUJERES A SEGUIR
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                                     «Las fuerzas de seguridad Nos habíaN
                                     asegurado que No perMitiríaN que eL
                                     isis toMara eL coNtroL, pero cuaNdo
                                     LLegaroN de repeNte No había Nadie para
                                     protegerNos, y Nadie viNo a ayudarNos»






























        Nadia Murad, en un                                                                                    Amal Clooney es su
        evento en Bruselas hace                                                                               abogada. Foto: Rick
        unos días. Foto: Vincent   >>                                                                             Bajornas/UN
        Vandoornick/EP/EU            Cuenta Nadia Murad al principio de su autobiografía, publicada hace
                                     unos meses, que antes de que todo pasara, cuando el ISIS era aún solo
                                     una amenaza, había oído hablar sobre las kurdas que en Siria y Turquía
                                     llevaban armas y luchaban contra los terroristas. Escuchar esas historias
                                     le infundía valor. Difícilmente podía imaginar entonces que algún día ella
                                     también combatiría al Estado Islámico, con su voz y su relato como armas.
                                     Es una voz sosegada, que transmite calma. Ella es menuda y parece muy
                                     joven, pero no frágil.

                                     Ahora tiene 25 años y vive refugiada en Alemania, aunque su labor como
                                     activista le hace viajar constantemente. Ha pasado por Madrid, procedente
                                     de Bruselas, para participar en un acto que conmemora el treinta aniversario
                                     de los Premios Sájarov a la libertad de conciencia. Ella lo recibió en 2016
                                     junto a su compatriota Lamiya Aji Bashar. Nelson Mandela, las Madres de
                                     la Plaza de Mayo, las Primaveras Árabes o Malala Yousafzai  son algunos
                                     de los ganadores anteriores. Murad ha recibido también el Václav Havel
                                     de derechos humanos, ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz y es
                                     embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas. También en Madrid
                                     se reúne con Fernando García Casas, secretario de Estado de Cooperación,
                                     para contarle de primera mano su proyecto de reconstrucción de la provincia
                                     de Sinjar, situada al noroeste de Irak (cerca de la frontera con Siria), hogar
                                     ancestral de los yazidíes, arrasado tras el paso de los fundamentalistas. Un
                                     día después lo presentará en el Ayuntamiento de Málaga.

                                     Hace no tanto, la vida de Nadia Murad era radicalmente distinta. Hasta
                                     2014 llevaba una existencia tranquila y modesta en Kocho, una pequeña
                                     aldea situada al sur de las montañas de Sinjar. Era la pequeña de once
                                     hermanos, ocho varones y tres mujeres. Vivía con su madre, sus hermanas y


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