Page 33 - MAS 8
P. 33

en los bolsillos y la cámara preparada. Ellas con su kalasknikov; yo con mi
                                                                     cámara.

                                                                     De la película asombra todo, pero un aspecto que sobrecoge es el
                                                                     sonido. ¿Cómo lo hiciste?
                                                                     Era una mujer orquesta: hacía de cámara, de sonido, de productora. Tenía a
                                                                     la comandante microfonada con un direccional muy bueno y una grabadora
                                                                     con la que registraba todo. Y como tenía todo el tiempo del mundo me
                                                                     dediqué a grabar aviones, el sonido del combate, balas, explosiones…

                                                                     El amor de Francesca, tu próximo proyecto, es un documental
                                                                     sobre una mujer de 63 años de Barcelona que indaga sobre el amor.
                                                                     ¿Es esa otra guerra olvidada, la de las mujeres mayores?
                                                                     Para mí, como mujer, es muy importante entender y explorar lo que han
                                                                     significado aquí las pioneras, las que rompieron con lo que se suponía
                                                                     que era ser mujer. Para nosotras es más fácil, porque nadie nos cuestionó
                                                                     nada. Pero Francesca, como tantas mujeres, se ha enfrentado a todas las
                                                                     convenciones. No siguió el camino que se esperaba de ella por dónde nació y
                                                                     por ser mujer. Ella, que es artista, viene de una familia burguesa acomodada.
                                                                     Se casó, se separó enseguida y después tuvo un hijo con un hombre que no
                                                                     pertenecía a esa clase y ahora está sola, explorando las relaciones desde un
                                                                     lugar que no es el que se le supone. Es muy interesante, es la historia de
                                                                     alguien que se construye y reconstruye según quiere y no según el paradigma
                                                                     que le tocó.

                                                                     Qué contraste: de la guerra y las carreras, al amor y a la reflexión
                                                                     sobre lo que quiere tu protagonista.
                                                                     Sí, y a rodar en casa, en Barcelona. Lo necesitaba. Francesca y yo somos
                                                                     compañeras de piso. Necesitaba estar con mis amigas. Tras la guerra, quería
                                                                     mirar a la gente que conozco bien, a una red más próxima. Pero el lunes hago
                                                                     un paréntesis y me voy a Siria otra vez.
                                                                     ¿Otro proyecto en Siria?
                                                                     Sí, vuelvo a un campo de detención donde hay viudas del Daesh. En ese
                                                                     campo hay más de cien mujeres occidentales, algunas en una especie de
                                                                     limbo legal, algunas con los hijos que han tenido con los combatientes, con
                                                                     los fundamentalistas. Están atrapadas, y no tienen ningún recurso para salir
                                                                     de allí. Hacen llamamientos a sus países de origen, pero no les responden.
                                                                     Al principio no tenía claro si me apetecía hablar con esas mujeres: no sabía
                                                                     si podría sentir simpatía por ellas. Pero luego estuve investigando, oyendo
                                                                     sus historias y han vivido unas situaciones de violencia atroz. Han pasado
                                                                     por situaciones inimaginables. Y a la pregunta de si  nos merecemos una
                                                                     segunda oportunidad, si es posible volver a empezar, yo digo que sí. Ese
                                                                     campo está custodiado por las mujeres del YPJ, que creen que la educación
                                                                     puede cambiar el mundo. Quieren montar un taller feminista y yo quiero
                                                                     seguirlo y ver qué ocurre. Voy un par de meses. Cuento con todos los
                                                                     permisos y complicidades; me falta convencer a cinco de esas mujeres para
                                                                     que participen de una forma sincera. #


                                                                                                                             33
   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38