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Pero no solo las parejas han visto cómo sus planes se desvanecían con la
llegada del virus. Fincas, proveedores, fotógrafos y un sinfín de profesionales
relacionados con el sector también se encontraron de un día para otro con
un cese casi completo de actividad. “El año pasado fue muy duro porque
el estado de alarma llegó justo cuando empezaba la temporada”, explica
Cristina González Navarro, una de las propietarias de la finca El Campillo.
“Tuvimos un recorte de cerca del 80% en nuestra facturación. Pudimos
hacer solo dieciséis de las sesenta bodas que teníamos contratadas, y esas Isabel Olmos:
bodas, que iban a ser de unas doscientas personas, se quedaron en 100-120
invitados. En alguna hubo solo cuarenta personas”. De cara a este 2021, «me ha toCado vivir la SituaCión de
González Navarro es bastante optimista y espera que se recuperen los boda que menoS habría deSeado
ingresos de antes de la pandemia. “Esta temporada es posible que, a nivel y menoS podría haber imaginado,
facturación, sea como 2019, pero con mucho más trabajo. Al final haremos
más bodas, porque este año estamos juntando las de 2020 y 2021, pero pero también lo veo Como una
más pequeñas. En lugar de tener cincuenta bodas de doscientos invitados prueba. Si eliminamoS todaS laS
tendremos 65 ó 70 de cien”. Lo que sí han aumento, y bastante, pese a FlorituraS, la FieSta y la alegría
que las celebraciones son más pequeñas, son los gastos. El mantenimiento que Supone una boda,
de la finca sigue siendo el mismo, pero los protocolos COVID obligan a
reforzar personal y mobiliario para poder cumplir con las restricciones. Pese ¿te SeguiríaS CaSando?»
a todo, la propietaria de El Campillo lo tiene claro: “Hay que adaptarse,
seguir viviendo y disfrutando”.
La adaptación será la clave para la recuperación del sector. También lo sabe
Claudia Aguirre, una de las socias de A-Típica, empresa de organización
de bodas y eventos. El año pasado hicieron la mitad de las bodas que
tenían previstas. “La mayoría se redujeron en tamaño y sufrieron muchos
cambios. Las que salieron adelante fueron en casas particulares y siempre
cumpliendo las restricciones”, explica. “Fue una locura de verano porque
hubo muchísimos cambios. Cada semana había que estar consultando
el BOE porque cambiaban los aforos y los horarios”. Adaptarse a las
restricciones, dice, ha sido lo más complicado de todo el proceso. “Cada
comunidad autónoma es distinta, pero ahora casi todos los eventos tienen clave de la felicidad”. Olmos está viviendo todo esto desde los dos lados,
que hacerse sentados y en mesas de seis o cuatro, dependiendo de si el porque además de trabajar en el sector se casa este año. “Me ha tocado
enlace se celebra en interior o exterior. Además, no se puede bailar”. vivir la situación de boda que menos habría deseado y menos podría haber
imaginado, pero también lo veo como una prueba. Si eliminamos todas las
A lo largo de este año se irán haciendo las bodas que no se pudieron celebrar florituras, la fiesta y la alegría que supone una boda, ¿te seguirías casando?”,
el pasado, además de las de 2021. “Va a ser un año de trabajar el triple reflexiona. Ella asegura que seguirá adelante independientemente de las
para conseguir menos, pero somos optimistas”, indica Aguirre, que anima restricciones que pueda haber cuando llegue su momento. “Que una boda
a los novios a no seguir aplazando sus enlaces. “Yo desde luego si quisiera sea diferente a lo que estamos acostumbrados no tiene por qué ser malo”.
casarme no esperaría a ver cómo estamos el año que viene, porque igual Es verdad que para el cóctel ahora hay que estar sentados, que las mesas
seguimos con mascarilla y con aforos limitados. Hablar de normalidad ahora son más pequeñas y que no se puede bailar, pero, también, explica, se
mismo es muy difícil, creo que tardará en llegar”. En la misma línea opina están buscando “alternativas y otras actividades que son novedosas en las
Isabel Olmos, que junto a su hermana Beatriz es fundadora del estudio de bodas y que los invitados están disfrutando porque para ellos están siendo
fotografía y vídeo ESIF. “Una cosa es que pospongas la boda un año, y otra una sorpresa”. Juegos, concursos, regalos originales para los asistentes,
que te quedes a expensas de que la mascarilla desaparezca. Ya no podemos photocalls, espectáculos de magia, bingos o karaokes son algunas de las
pensar en la realidad que conocíamos antes de 2020. Estamos entrado en propuestas por las que se está optando para animar la fiesta y pasarlo igual
una ‘nueva normalidad’, y vemos mucha alegría, más ilusión y, sobre todo, de bien. Como indica Isabel Olmos, “estamos en un momento de explorar la
aceptación por parte de los novios. Al fin y al cabo, la aceptación es la creatividad en el mundo nupcial”. #
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