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# cultura
Gato Fernández
Ilustradora y novelista gráfica
«No me considero
más valiente que otras
personas por haber
contado mi historia»
Por Marina Segovia / Fotos: Santiago Ojeda
El título del libro proviene de la expresión francesa ‘le coup de padre. “Me pareció mucho más honesto, más sincero, tratar de
cafard’, que hace alusión a la depresión. “En algún momento, recordar qué me pasó a mí o cómo lo veía yo en ese momento
empecé a tener alucinaciones táctiles de cucarachas que me que contarlo ahora con otras herramientas después de haberlo
subían por las piernas. Las cucarachas son mi fobia, y en una analizado”, cuenta. “Es mucho más rico que el lector tenga las
psicología muy básica, las fobias representan al padre ausente”, mismas confusiones o dudas que Lucía”.
explica la autora. “Me vino muy bien esa expresión en francés,
porque ‘tener la cucaracha’ es estar triste y tener ‘el golpe de la Fernández, que se identifica como no binaria, es, además,
cucaracha’, que es el título con el que salió el libro en Argentina, activista feminista y por los derechos LGBTIQ+. Esa faceta
es tener depresión profunda”. activista fue lo que la empujó a dar forma a esta novela gráfica.
Hace unos años, apoyó a las mujeres que denunciaron al músico
Historietista, ilustradora y guionista, Gato Fernández ha Cristian Aldana, condenado a veintidós años de prisión por haber
publicado en revistas como Fierro o Clítoris. En su primer libro abusado de cuatro menores de edad. Cuando acompañó a una de
habla sin tapujos de los abusos a los que la sometió su progenitor, las chicas a declarar, preguntó sobre su propio caso en la Fiscalía
de sus fobias, de sus pesadillas. También de la pasividad de los y se vino abajo al enterarse de que había prescrito. Aun así,
adultos de su entorno, que no hicieron nada para protegerla. La decidió denunciar a su padre. Tanto su madre como su hermano
sombra de la cucaracha está narrado desde los ojos de una niña prestaron declaración, negando los abusos, y el caso acabó
de 5 años llamada Lucía, alter ego de la autora, que vive en la cerrándose por falta de pruebas. Para entonces, Gato ya estaba
casa de su abuela paterna junto a su hermano, su madre y su escribiendo el libro. El guion le llevó pocos meses, pero ilustrarlo >>
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