Page 31 - MAS_16
P. 31
POR
En septiembre de 2019, Marta Insausti, empresaria (fue socia y carretera que recorre el continente). Tras Panamá visitó Costa Rica,
CEO de la desaparecida Escuela Superior de Publicidad), aficionada Honduras, El Salvador, Guatemala y México, desde donde cruzó la
a las motos, superviviente de cáncer de mama y madre de dos hijos, frontera con Estados Unidos, el último país de su vuelta al mundo. En
emprendió la aventura de su vida: dar la vuelta al mundo a lomos de Louisiana, Insausti se vio obligada a despedirse de La Chiquitina, que
una Royal Enfield. En MAS fuimos siguiendo las distintas etapas después de muchas reparaciones ya no aguantó más, pero consiguió
de su viaje: los primeros días atravesando Europa, sus peripecias en otra moto para llegar hasta hasta Nueva York, su meta final. Pese a la
Turquía, Irán o Pakistán, la llegada a la India y su estancia en la experiencia previa y a que, en teoría, ya había pasado por los puntos
Fundación Vicente Ferrer, su paso por Myanmar y sus saltos a Nueva más conflictivos del recorrido, esta segunda etapa del viaje, asegura,
Zelanda y, posteriormente, América. Marta llevaba seis meses de ha sido más dura para ella. “Siempre me preguntaré cómo habría sido
viaje y estaba en Chile, desde donde planeaba cruzar el continente América si no hubiera parado. Cuando empecé en 2019, venía de vivir
de norte a sur, cuando la pandemia obligó a cerrar las fronteras y ella con un nivel de estrés muy alto, con mucha actividad, y el viaje fue
se vio forzada a regresar a casa. como continuar en esa hiperactividad.
Después estuve prácticamente dos años
Pero Marta Insausti nunca perdió la « HE APRENDIDO de pandemia encerrada en casa y me costó
esperanza de poder hacer algún día la QUE SIEMPRE HAY mucho física y emocionalmente volver
etapa americana de su vuelta al mundo, y a coger ritmo. Estaba en baja forma, me
el pasado mes de marzo regresó a Chile, ALGUIEN DISPUESTO había desacostumbrado a ese ritmo de
donde había quedado su Chiquitina (la vida, al estrés, en definitiva. Luego hubo
moto que la ha acompañado durante toda A ECHARTE UNA otro factor determinante, la mascarilla,
la aventura) para acabar el viaje. Después MANO, SOLO HAY que ha hecho que me resultara mucho más
de atravesar el país andino, La Motera difícil relacionarme con la gente, incluso
cruzó Perú hasta Colombia y cogió un avión QUE SABER PEDIR estando en lugares donde se hablaba mi
para salvar el famoso tapón del Darien, la AYUDA. EL VIAJE idioma. Y, por último, la subida de precios
selva que separa Colombia de Panamá (el ha provocado muchos conflictos sociales
único corte en la mítica Panamericana, la ME HA ENSEÑADO en estos países. Realmente, el mundo
TAMBIÉN A SER MÁS después de la pandemia es otro”.
TOLERANTE Si en la primera parte de su vuelta al
Y A EMPATIZAR MÁS, mundo, La Motera hizo hincapié en la
recaudación de fondos para la Fundación
PORQUE HE VISTO Vicente Ferrer, en esta ocasión ha puesto el
foco en CRIS contra el Cáncer. “El haber
LO DIFÍCIL QUE ES vinculado mi viaje a esas dos fundaciones
EL MUNDO EN EL ha sido muy importante para mí. Primero,
porque las dos han estado ahí, animándome
QUE VIVIMOS » en todo momento, y eso me ha ayudado
en algunos momentos difíciles en los que
me entraban ganas de tirar la toalla. A
veces somos capaces de conseguir para otros lo que no hacemos para
nosotros. Además, la sensación de estar aportando un granito de arena,
aunque sea pequeño, para mejorar la vida de otras personas también me
ha ayudado a darle un sentido más amplio a mi viaje”.
Ya de vuelta en España, La Motera reflexiona sobre lo que ha
supuesto para ella la experiencia a nivel personal: “El viaje me ha
enseñado que si quieres algo, por difícil que sea, debes ponerte a
ello, aunque parezca imposible. También a escuchar a mi instinto y a
mi intuición más que a la razón. Me he visto en muchas situaciones
en las que no sabía qué hacer, he seguido mi intuición y me ha
funcionado siempre. Otra cosa que he aprendido es que siempre
hay alguien dispuesto a echarte una mano, solo hay que saber pedir
ayuda. El viaje me ha enseñado a ser más tolerante y a empatizar
más, porque he visto lo difícil que es el mundo en el que vivimos.
A lo que aspiro ahora es a tener una vida más simple y tranquila.
Durante el viaje he tenido nervios y he pasado momentos difíciles,
pero también me he sentido muy en paz, y todavía sigo así”. #
31