En el marco del Día C y los Premios Nacionales de Creatividad, el Club de Creativos (CdeC) distinguirá en San Sebastián al realizador Julián Zuazo y a la creativa/directora de arte Uschi Henkes con el CdeC de Honor. Anuncios les ha lanzado sendos cuestionarios con motivo de este reconocimiento.
Julián Zuazo
Anuncios.— ¿Contaba con el momento en el que sería reconocido con el CdeC de Honor? ¿Qué ha sentido al recibirlo?
Julián Zuazo.— Es muy grato pensar que has dejado alguna huella entre tus colegas y competidores. Me siento muy agradecido al club. Pero, sobre todo, a mis compañeros de Tapsa y posteriori, y a todos los cineastas que me han acompañado en este viaje. Este honor también es para ellos. Significa que algo hicimos bien. Agradecido por su valentía y pasión. Que también es la mía.
A.— ¿Qué destacaría de Uschi Henkes, con quien comparte premio?
J.Z.— Pienso en Uschi y lo primero que viene a la mente es buen gusto, un gusto exquisito. Cualidad propia de los grandes creativos.
A.— Salto a la producción. ¿Era un viejo deseo?
J.Z.— En realidad, no cambié. Simplemente seguí. Dirigir tus propios guiones es algo que he perseguido desde mis principios como creativo. Es la guinda del pastel de una idea. Escribir es duro, dirigir es una fiesta para los sentidos. Se trata de cerrar el círculo disfrutando de principio a fin. Animo a todos a ello.
A.— ¿Una buena producción puede salvar una mala idea?
J.Z.— Ni en sueños. Una mala idea no se salva, aunque se vista de seda. Como director, lo mejor es huir de las malas ideas. O si te dejan, intentar reescribirlas. En una época no muy lejana, la producción publicitaria superaba con creces a la de ficción. Creo que se han invertido los términos. El cine y las series cada vez se hacen mejor y a la publicidad le faltan los presupuestos de antes. Un buen director se luce con recursos. Y ahora escasean. Es difícil juzgar.
A.— ¿Obsesionado con la estética?
J.Z.— Siempre. Y, sobre todo en los tiempos que corren. La tecnología ha impulsado la calidad de las imágenes y el preciosismo de las cosas. La belleza es emoción. Y yo adoro la emoción. La gente con buen gusto me cautiva. Y el buen gusto de la AI, también.
A.— ¿Es más difícil construir marca ahora?
J.Z.— Siempre fue difícil. Las grandes marcas se construyen o reconstruyen con el mejor talento y con mucho dinero. La historia sigue igual. Tendrás que invertir hoy para ganar mañana. El cine, en la construcción de marcas, es el mejor aliado. Siempre lo fue.
Uschi Henkes
Anuncios.— ¿Contaba con el momento en el que sería reconocida con el CdeC de Honor? ¿Qué ha sentido al recibirlo?
Uschi Henkes.— ¡No me lo esperaba! Es un enorme orgullo recibir un reconocimiento tan importante por parte de la profesión. Es un logro personal, pero me lo tomo también como un logro colectivo para todos los creativos con los que he trabajado a lo largo de los años.
A.— ¿Qué destacaría de Julián Zuazo, con el que comparte premio?
U.H.— Su talento para el mundo visual es envidiable. Es un monstruo capaz de conmover con sus imágenes en cuestión de segundos. Siempre con un alto nivel, siempre con perfección, siempre sorprendiendo. Le admiro muchísimo.
A.— ¿Cómo la dirección de arte enriquece una idea?
U.H.— Enriquece suena como algo añadido, un embellecedor. Así se entendía la labor de un director de arte en los 70. Ahora sabemos que el arte comunica, transporta la idea y construye estados de ánimo, define la marca y la representa 360 grados. Sin duda, la dirección de arte establece el branding y añade valor. Hace visible lo invisible.
A.— ¿Concibe la publicidad sin arte? Y cuando esto ocurre, ¿qué es?
U.H.— La publicidad sin arte es la nada, un espacio en blanco. Cualquier palabra, imagen, color, o elemento gráfico comunica y añade branding a las marcas. Por desgracia, no se reconoce del todo la importancia de la dirección de arte, cosa que se nota en tantos anuncios que se olvidan al instante.
A.— Con la inteligencia artificial generativa en plena explosión, ¿qué opina de este fenómeno? ¿le resulta de ayuda?
U.H.— Como todas las herramientas bien utilizadas, la IAG va a poder ayudar en la creación y, seguramente, pronto vamos a contemplar contenidos y producciones curiosas y llamativas. Pero la IAG no puede reemplazar a las estrategias creativas, las ideas insólitas o el talento humano. La emocionalidad y el humor son dos factores importantes para llegar al consumidor, veo muy difícil que lo logre la IAG, así como también improbable que algún día vaya a recibir un Gran Prix en Cannes.
A.— ¿Es la publicidad un lugar para las nuevas generaciones?
U.H.— Por supuesto que sí. La publicidad desde siempre atrae mucho a los jóvenes. Esto no ha cambiado. Lo que rechazan es la mala remuneración y, si no se cuida, el talento joven buscará otros caminos.
A.— ¿Qué le evoca OVER?
U.H.— OVER ha sido importante en su momento para despertar al sector y poner sobre la mesa un tema que estaba, pero no se veía con su debida importancia, que es acabar con los estereotipos de las mujeres en las piezas publicitarias. No quiero decir que ya esté todo resuelto, pero creo que hay más sensibilidad para ir por el buen camino, y ahora los movimientos feministas están para recordárnoslo. Actualmente, OVER tiene continuidad con una exposición Hola, tú a mí no me conoces, una muestra artística que está dando visibilidad a las mujeres de hoy en día. Es una exposición elaborada por más de 250 creativos de todo tipo que ya ha cruzado la frontera de nuestro sector y está recorriendo diferentes ciudades del país para llegar al público en general.
