Entre las principales tendencias sociales detectadas por la investigación está la denominada The donut problem, que refleja cómo nuestras vidas giran cada vez más en torno a lo local, disminuye la actividad en el centro de las ciudades y nuestras vidas se organizan en torno a lo que tenemos a nuestro alcance en un radio de quince minutos. También, y relacionada con la anterior, se sitúa el cambio del FOMO — o el miedo a perderse algo, por sus siglas en inglés— al FOGO —o miedo a salir de casa—. Viviremos también vidas cada vez más conectadas, una tendencia que se ha acelerado exponencialmente con la pandemia. Y a causa de esta hiperconectividad, surge la tendencia hacia la privacidad y la recuperación del control de nuestros datos. Por último, el informe detecta también una tendencia a una sociedad cada vez más dividida y polarizada.