Seguramente, la primera referencia en España al uso de los conocidos NFT’s en el terreno de los festivales de publicidad, marketing y comunicación, sea la de la pasada edición de los Premios Nacionales de Publicidad otorgados por el CdeC el pasado mes de mayo. Como novedad, este certamen introducía la réplica de los premios en esta versión para que, más allá de que los trofeos físicos adornen las estanterías de las agencias, los participantes en las campañas premiadas también puedan llevarse el suyo, aunque sea en formato virtual.
Detrás de esta iniciativa está Non Funglible Trophies, una iniciativa puesta en marcha por Ezequiel Triviño, junto a Alfonso Cuesta y Amaya Beltrán.

El proyecto, explican sus impulsores, está teniendo una acogida excelente: “Los festivales aprecian especialmente su componente diferenciador de tecnología e innovación, que aporta valor a los participantes, y los ganadores de los premios han entendido perfectamente su valor de utilidad y de prueba irrefutable de su participación en el proyecto”.
De momento, la compañía tiene presencia en Washington, San Francisco (Estados Unidos) y Madrid, y a festivales como los del CdeC y Shortys, se suman las conversaciones que Non Funglible Trophies mantiene con otros certámenes tanto en Estados Unidos como en el mercado latinoamericano, inicialmente del ámbito de la publicidad, el marketing y la comunicación, aunque sus fundadores no descartan, en un futuro, dirigirse a los campos del cine, la fotografía, la literatura, el deporte o la empresa. “En definitiva, todos los que concedan premios susceptibles de tomar la forma de NFTs y aportar utilidad a los ganadores en esta forma”, indican.
A diferencia de otras iniciativas alrededor de NFTs, que tienen un carácter más de coleccionismo y, por tanto, pueden ser objeto de compra venta, los NFTrophies, señalan, tienen una misión puramente certificativa, “diríase notarial. Una vez adjudicados a la persona/entidad ‘merecedora’, son intransferibles. Es decir, no se pueden comprar ni vender y siempre estarán asociados mediante el blockchain a esa persona/entidad en particular”. Además, se pueden consultar en los markets, “es decir, saber a quién pertenecen, pero no se pueden transmitir”.