En un mercado que está llegando a su madurez, como es el de las telecomunicaciones, las promociones se vuelven casi imprescindibles no sólo para captar a un público virgen, que se antoja un bien cada vez más escaso, sino para convencer a los clientes de la competencia. Ello da lugar a una guerra de precios y ofertas, donde la modalidad triple play (teléfono+televisión+internet) se está convirtiendo en la estrella. Pero el ruido que genera la comunicación lanzada por los diferentes operadores se hace confusión en la percepción del consumidor. En este contexto, la estrategia de Ono y de su actual agencia, Kitchen, se centra en defender, por encima de todo, la bondad del producto y de la oferta, con una comunicación sencilla y clara.

En esta línea se mueve también la última campaña diseñada por Kitchen y que actualmente está en antena. Frente a la letra pequeña, las ofertas engañosas por poco claras, los lobos con pieles de cordero, la propuesta es dejar claro que la oferta del operador es realmente buena. Como un par de huevos fritos o el agua.