Con el objetivo de comunicar su decisión de eliminar el aceite de palma de sus productos, la chocolatera palentina Trapa envió el pasado mes de septiembre una expedición a Borneo (Indonesia) para realizar una fotografía en una de las selvas amenazadas por la deforestación causada por las plantaciones de este ingrediente. De la mano de FCB&Fire, a través de esta fotografía publicada en diferentes revistas nacionales y de la emisión de un documental en redes sociales (Una fotografía irrepetible) advirtieron que, si la selva fuese deforestada, volverían a la zona para repetir la misma foto, en el mismo lugar, y constatar así públicamente su destrucción.

Según fuentes locales, estaba prevista la deforestación del lugar donde fue tomada la fotografía entre los meses de diciembre de 2018 y enero de 2019, por lo que la marca decidió iniciar los trámites para volver a Indonesia. Por razones ajenas a la empresa española, este viaje no se ha podido llevar a cabo.

Por ello, y para poder concluir el proyecto, la compañía contrató los servicios de un satélite gracias al que ha podido certificar que la zona donde se tomó la primera fotografía sigue en pie. Sin embargo, esta misma imagen satélite muestra claramente cómo el resto de zonas limítrofes se encuentran deforestadas o explotadas con nuevas plantaciones de aceite de palma.

Desde Trapa indican que “pueden dificultarnos finalizar el proyecto, el lobby del aceite de palma puede intentar retirar cada campaña que hagamos, pero lo que no se puede esconder es la deforestación que provocan las plantaciones de aceite de palma, que siguen amenazando a animales en peligro extinción”. Añaden asimismo que “si para ocultar la realidad se ha paralizado la deforestación de una parte de esta selva amenazada, nos alegramos de poder haber contribuido a salvarla”.

Presiones

Cuando la primera parte de La fotografía irrepetible se hizo pública en España, el lobby del aceite de palma -una fundación integrada por diversas multinacionales- reaccionó de manera inmediata presionando para retirar la campaña. Para ello, interpusieron una queja ante Autocontrol, al que Trapa ni siquiera está adherida. Acción que no produjo ningún efecto, pues se mantuvo tanto la publicación de la fotografía como el documental en internet.