Cuando me preguntan cómo ha sido Cannes 2022, la respuesta para mi es clara: una experiencia maravillosa y agotadora a la vez. Cada Cannes Lions es diferente, siempre vuelves con buen sabor de boca, porque aprendes cosas nuevas, ves piezas que te encantaría haber hecho tú, conoces gente interesante y además pasas una semana distinta , 100% conectada con la esencia de tu profesión, y a la vez, desconectada de tu día a día.
En mi opinión, ésta ha sido una edición de transición. Estábamos acostumbrados a que Cannes Lions siempre fuese un referente de inspiración, un marcador de tendencias y sobre todo, de innovación. Sin embargo, este año los trabajos y las ponencias no han abierto ningún camino nuevo, no he visto nada realmente “rompedor” que cambiase el rumbo de las cosas. Todo giraba sobre los mismos conceptos que ya llevamos tiempo escuchando: sostenibilidad, metaverso y gaming, pero nada nuevo en el horizonte. Aunque obviamente, siempre encuentras cosas que te aportan y con eso me quedo.
En cuanto a mi experiencia como jurado, este año ha sido algo diferente. Sin duda alguna, ser jurado y más aún de Cannes Lions, siempre es un honor, pero habiendo vivido la experiencia de serlo también en 2017, este año fue distinto ya que fui jurado de shortlist y el hecho de votar online, sin tener contacto con el resto de jurados y sin conocer si quiera el resultado final de la shortlist en la que has participado, hace que te pierdas toda esa parte tremendamente enriquecedora de los debates, la deliberación de los metales y el honor de conocer a gente interesantísima del sector, de todas partes del mundo.
La pandemia ha acrecentado estos sistemas de votación online, que favorecen y agilizan el proceso, pero provoca la pérdida de gran parte del enriquecimiento que esta experiencia te aporta.
Más allá de esto, el hecho de ser jurado de brinda la oportunidad de asistir al festival y disfrutar en primera persona de todo lo que este ofrece, que no es poco, por lo que me siendo muy honrada y agradecida por haber sido seleccionada.
Me ha agradado comprobar que este año hubo gran diversidad entre los premiados, y gran protagonismo de países que no suelen serlo, lo que reafirma el hecho de que la buena creatividad, es algo universal.
Queda más claro que nunca, que las marcas y su comunicación deben estar conectadas con las personas y con las cosas que les preocupan, y con el planeta en que viven.
Y por supuesto muy feliz y orgullosa con el resultado de España, trayendo a casa 37 leones.
Paloma Adrien, ‘head of integrated production’ de CRAFT Spain, ha sido jurado de Industry Craft en Cannes Lions 2022