Si todos los envíos fueran urgentes, los vehículos de Correos llevarían sirena. Esta es la idea sobre de la que se desarrolla la nueva campaña de Correos, que se estrena en la semana del Black Friday para recordar a los consumidores que hay que pensar en el impacto medioambiental a la hora de seleccionar una modalidad de envío. En este proyecto han tomado parte Mono Madrid, como agencia creativa, Darwin & Verne, como agencia de redes sociales.

Con esta campaña, Correos quiere suscitar una reflexión sobre el impacto del uso excesivo de la paquetería urgente en el medioambiente y promover el uso responsable de este servicio. Según se explica, enviar un paquete en 72 horas, en lugar de como urgente, permite reducir su huella de carbono entre un 30% y un 40%.
Correos propone a la opinión pública coincidiendo con el Black Friday, una jornada que, según se explica en una nota de prensa, es la más contaminante del mundo. Ello también se debe a que la mitad de los artículos comprados se devuelve, duplicando así su huella de carbono.
El vídeo de este proyecto, que se titula Sirenas, ha sido desarrollado por un artista especializado en inteligencia artificial, Fake is Real, y ha contado en la postproducción con McNulty (vídeo) y La Panadería (audio). La nueva campaña plantea de una manera muy gráfica la diferencia entre lo que es verdaderamente urgente y lo que no. Una ambulancia, un coche de bomberos o de policía intervienen en urgencias. Por eso llevan sirenas luminosas y acústicas.
Varios datos
Según las estimaciones del sector logístico para este año, durante los dos meses de campaña, que arranca con el Black Friday y se extiende hasta las rebajas de enero, se realizarán 108 millones de envíos —con una media de 3,7 millones de envíos diarios—, de los cuales no todos son urgentes. Además, el 50% de los artículos que se compran en el Black Friday se devuelven, lo que supone duplicar el transporte y su impacto ambiental. Para el año 2030, se calcula que las emisiones generadas por las entregas de última milla podrían crecer más de un 30% en las ciudades más grandes del mundo.