Hace un tiempo, planteé a mis contactos de una red social que terminaran esta frase "Un mundo mejor es…". Aquí os dejo algunas de las repuestas:
- "Un mundo sin egos"
- "¿Puede ser un mundo más igual?"
- "El mundo que tú crees, y en el que tú creas"
- "Un mundo en el que se respetasen los derechos fundamentales de todas las personas, en todas partes por igual"
- "Un mundo mejor es aquel en el que todos tienen las mismas oportunidades"
- "Un mundo mejor sería un sitio donde lo más importante fuera ser sincero, donde los valores fueran la esencia de todos nosotros, donde el amor no se midiera por los regalos que te hacen sino por los que hacemos, donde la amistad fuera primordial en las relaciones, donde el trabajo te permitiera vivir (no vivir para trabajar), donde la esencia de vida fuera cuidarnos no pisotearnos, en fin que todos volviéramos a ser personas que cuidan de personas"
- "En el que todos nos respetemos"
- "Donde seamos honestos con nosotros mismos"
- "Un mundo gobernado por el respeto, la reciprocidad y el amor y no por el dinero y los bienes materiales"
- "Si conseguimos que lo más importante para cada uno de nosotros sea la ilusión, el mundo se convertirá automáticamente en un lugar mucho mejor"
- "Un mundo mejor, es tener los valores día a día muy presentes, desear a los demás lo mismo que deseas para ti, todo sería mucho mejor"
- "Un mundo donde todo este más equilibrado, y los hombres y mujeres sepan respetarse por igual. Siendo lo mismo, personas"
- "Un mundo mejor es aquel donde a alguna otra persona le interesa escuchar y saber que es un mundo mejor para ti"*
Todas estas definiciones son respuestas de personas que contestaron sin tener que pensar mucho.
Personas que trabajan y forman parte de empresas. Personas que crean marcas. Por lo tanto, tengo la certeza de que las compañías pueden hacer un mundo mejor. ¿De qué manera? La gente nos lo está diciendo, potenciando el lado más humano y tratando a sus trabajadores y clientes como lo que son, personas.
Las compañías tienen el poder y el talento suficiente, como para preocuparse (y ocuparse) de situaciones que están haciendo de nuestro mundo cada día un sitio un poco menos fácil de habitar.
Somos responsables de todo lo que le ofrecemos al mundo, desde el que piensa la idea del producto o servicio, hasta el que la comunica, la vende, empaqueta y cobra. Pero si releéis las respuestas, en ningún momento se habla de cosas materiales, sino de valor, ilusión, respeto mutuo, honestidad… Quizá desde aquí es desde donde debemos de empezar a crear, porque si lo que le damos al mundo es respeto, honestidad, transparencia… quizá sea lo que recibamos, y de esta forma, crearemos un vínculo que vas más allá de producto y usuario, irá por el camino de no basarnos en el negocio, sino en las relaciones, que consisten en que alguien crea algo que otro necesita, y de esta manera su vida es un poquito mejor, da igual que sea un bien básico o un capricho, simplemente le estás solventando un deseo a alguien, desde unos valores que tangibilizar a través de ese producto/servicio. Realmente, ¿no creéis que poder hacer esto desde nuestro puesto de trabajo es un regalo?
GANDHI
Quisiera saber la respuesta de las personas que dirigen las compañías a la pregunta: ¿qué es para ti un mundo mejor?
Probablemente responderían con frases muy parecidas a las del principio. Por lo tanto, ¿cómo no ponemos en práctica lo que decía Gandhi?: "Sé el cambio que quieres ver en el mundo".
¿Creéis que vivimos en el mundo que nos merecemos? Bueno, esto igual sí, por lo necios que estamos siendo. Igual la pregunta debería de ser: ¿creéis que vivimos en el mundo que necesitamos y queremos?
*Gracias a todos los que terminaron la frase.
Carolina Rodríguez es ‘strategic designer' en Soulsight