La revolución digital y las innovaciones tecnológicas han creado servicios y productos multifuncionales. La complejidad ha alcanzado tal nivel, que ha surgido con fuerza una tendencia hacia la simplificación, que empuja a los consumidores a llevar una existencia más minimalista, con menos objetos y menos redundancia de dispositivos. En resumen: menos es más. Somos testigos de una época en que la tecnología está transformando nuestro comportamiento.  Como usuarios, parece que hay dispositivos que son capaces de hacerlo todo para facilitarnos la vida, y no hay duda de que esto altera radicalmente cómo vivimos nuestro día a día, cómo funcionamos y pensamos.
Las marcas ahora abordan el reto de ir más allá de sus servicios habituales de customer service. Es también un reto para las agencias ayudarles a crear sugerencias más personalizadas, impulsadas por los datos obtenidos de hábitos de compra anteriores y de preferencias, haciendo que la tarea de targetización sea más eficiente.
Y es aquí donde las agencias hace un tiempo que pensamos en nuevas formas para dar respuesta a estas necesidades y alumbramos una nueva jerga digital: modelos de atribución, retargeting, búsquedas de clones, DPMs, etcétera. Y cuando pensábamos que nos íbamos a volver locos con este nuevo lenguaje, cuando desde hace tiempo todo es más tecnológico y complejo sin límite… ahora nos hemos dado cuenta de que tenemos que hacerlo todo más sencillo.
Porque los consumidores están desarrollando nuevas habilidades y modos de pensar que les llevan a esperar experiencias de consumo más fáciles, sencillas e instantáneas. La ineficiencia ya no es aceptable y los nuevos dispositivos están simplificando las interacciones de los usuarios con casi todo: todo lo obtenemos cuando queremos y donde queremos.
Comunicamos con familiares y amigos en marcha a través de los medios sociales. También podemos adaptar y hacer más fáciles nuestras compras online: el uso de rastreadores GPS o la opción de pago sin dinero son algunos ejemplos de acciones rápidas y eficientes facilitadas por algoritmos y sistemas de data mining que ayudan a los consumidores a hacer elecciones más precisas basadas en los datos.
Si bien la tecnología ha evolucionado para amoldarse a un modo de vida más práctico y satisfacer cualquier necesidad que pudiera presentarse, también la tendencia a la simplificación implica que los consumidores somos cada vez más dependientes de nuestros dispositivos o de la información inmediata que encontramos en la red. El número de usuarios adictos al móvil crece sin parar. Y cada vez hay más personas con nomofobia (no-mobile-phonephobia, pánico a quedarse sin móvil), ya que confiamos en este aparato para multitud de gestiones o consultas diarias.
Exigimos cada vez más a productos y servicios, y a cambio queremos invertir cada vez menos tiempo y energía. La tecnología está haciendo a los consumidores menos activos, ya que con el dispositivo adecuado, ahora somos capaces de acceder o hacer casi todo con el mínimo esfuerzo, sin necesidad de ir a ninguna parte.
CANSADOS
Nunca hemos estado expuestos a tantas opciones y somos cada vez más expertos en el aprovechamiento de las tecnologías más sofisticadas. Según nuestro estudio Mindreader, que periódicamente estudia las tendencias de los consumidores, el 78% afirma que la tecnología móvil le ayuda a simplificar su vida, pero al mismo tiempo, el 40% están cansados de tener tantas opciones a la hora de elegir un producto.
En la época de la simplificación, liderada por la tecnología, tenemos que enfocarnos en las necesidades y deseos del consumidor: lo que sea, donde sea, cuando sea. Para minimizar las ineficiencias, las marcas deben ofrecer servicios más inteligentes con experiencias de compra más precisas, intuitivas y personalizadas, para evitar procesos que exijan tomar decisiones complejas y perder demasiado tiempo. En definitiva, estamos ante una oportunidad para las marcas de ayudar a que el día a día de las personas sea más fácil y sencillo.
Porque, como ya dijo Einstein hace tiempo, "todo debería hacerse tan simple como sea posible, pero no más".
Mercedes Padrino es‘strategy and business development director' de Mindshare