Neuromarketing: o es un timo, o es un delito contra la humanidad... Sigo viendo afanados a algunos de los profesionales de la investigación psicológica aplicables al marketing en la búsqueda de un botón, oculto en nuestro misterioso cerebro, que debidamente estimulado provocaría que el consumidor hiciese, de forma mecánica, lo que se pretenda. Se trata de que el neuromarketing dé una ventaja competitiva que permita ganar...
Yo les pido: "¡Por favor, pensemos un poco!". Porque ante esa posibilidad solo caben dos soluciones: Que sea algo falso y, por tanto, deberíamos de dejar de fantasear... Que sea algo cierto y reaccionemos a la altura de lo que sería exigible éticamente a cualquier ser humano del planeta y autorregulemos ya no solo su uso, que personalmente considero que debería estar tajantemente prohibido, sino también esa exhibición permanente; esos coqueteos con herramientas que pueden suponer armas contra el ser humano y su libre albedrío, y que resulta casi obscena. No hacerlo supone profundizar en esa visión negativa del mundo de la comunicación comercial que cree que lo único que buscamos es manipular. Y una cosa es persuadir, bajo el paradigma de la libertad de elección, y otra tratar de evitarlo encontrando un mecanismo físico.  
Miguel Conde
Presidente de BAP & Conde