Facebook, el país virtual más poblado del planeta, acaba de cumplir diez años, aunque seguramente en nuestras vidas entró hace algunos menos. Desde entonces ha sido fuente inagotable de noticias: su crecimiento, su modelo de negocio, sus posibles ingresos, su salida a bolsa, los retos a la privacidad, su oferta publicitaria, el desafío de otras redes…Si quitásemos todo lo que lleva generado Facebook de información en estos diez años seguramente quedaría hueco para meter todo lo que era la red en 1996.
Ahora se habla de dónde paga impuestos, lo que hace suponer que es un fenómeno todo lo consolidado que puede ser algo en internet, que siempre está en constante evolución. De hecho, Facebook como producto no ha dejado de evolucionar. Aún recuerdo los cabreos de los verborrágicos cuando en sus primeras versiones se nos acababan los caracteres disponibles.
Hoy Facebook forma parte de la vida de la mayoría de nosotros y es una ventana que nos comunica con nuestros contactos y nos permite compartir algo de su y de nuestras vidas con ellos. Nada más y nada menos. Alrededor de 1.500 millones de usuarios dicen que es su tope y que está empezando a bajar. Exactamente lo mismo auguran los demógrafos del Club de Roma para cuando la humanidad alcance en 2040 los 8.100 millones de personas, que el número comenzará a bajar rápidamente. Se oponen así al libro de "terror ecológico" del investigador Stephen Emmott, titulado 10.000 millones (Anagrama). En cualquier caso, ambos te dejan convencido de que la humanidad se está suicidando mientras los que pueden evitarlo viven sumidos en sus mundos virtuales. No sé si el señor Zukerberg está pensando en eso en su cumpleaños, pero quizás debería.
David Torrejón, director editorial de Anuncios