Pablo Zea
 Socio fundador de SantaMarta 
Queridos Reyes, esta es mi carta:
 
• Me gustaría que cuando le envíe un e-mail a un nuevo cliente obtenga una respuesta. Porque si no la obtengo, puedo llevarme una impresión equivocada de él como que no tiene tiempo (se organiza mal), no le interesa (cosa extraña si no me conoce) o simplemente no lo hace porque no puede hacer nada (entonces pienso que no tiene el valor de decirlo). Y esa no es mi intención.
 
• Me gustaría que los clientes con los que trate, lo hagan con el mismo respeto que yo les doy a ellos.
 
• Agradecería que evaluasen nuestro trabajo de manera objetiva, y que evitasen en lo posible utilizar expresiones como "me gusta" o "esto no funcionará" sin detallar porqué.
 
• Desearía que las marcas confiasen en aquellos que nos dedicamos a esto de verdad. Esto es, con rigor, pasión y determinación. Y que lo hagan si y sólo si les hemos dado razones convincentes para hacerlo.
 
• Me gustaría que cuando un posible cliente vea un trabajo nuestro y lo encuentre muy bueno, sea capaz de entender que el cliente que a su vez aprobó ese trabajo confió en nosotros y tuvo el valor de hacer algo diferente y original. Porque es fácil emitir juicios sobre trabajo acabado y aprobado por otros.
 
• Me gustaría que los anunciantes (marcas) pensasen más a medio y largo plazo, que pensasen un poco más en la marca que gestionan y un poco menos en el informe trimestral de resultados, que analizasen si la sobreexposición a publicidad mediocre es más efectiva que la exposición a buena publicidad.
 
• Pediría que cuando me den la mano, lo hagan con firmeza y mirándome a los ojos. A las damas,  sólo les pediría lo segundo. Que cuando busquen una idea creativa para solucionar un problema de comunicación lo hagan con la mente abierta. Que cuando aprueben una campaña lo hagan con conocimiento de causa.
 
• Me gustaría recordarles que si han contactado y están dispuestos a trabajar con nosotros, sea porque quieren algo diferente y no lo mismo que han venido haciendo hasta ahora. Porque hacer lo mismo es obtener lo mismo.
 
• Les pediría que me explicasen sus necesidades, su ambiciones, sus frustraciones, sus limitaciones. Sólo entendiendo el problema en su totalidad, se pueden dar soluciones en su globalidad.
 
• Y por último, queridos Reyes, os pediría que todas las marcas con las que lleguemos a colaborar, piensen después de hacerlo que ha valido la pena trabajar con SantaMarta. Para bien o para mal.
 
Gracias y feliz 2012.