Y si queremos añadir una tercera C, por aquello de que el tres es un número con más resonancia mágica, añadiríamos confianza. Con esas tres Cs podríamos tener la combinación perfecta para que los  medios de pago en internet tuvieran, al menos, una posibilidad de éxito. Diciendo esto no soy De La Cierva inventando el autogiro. Sin embargo, el hecho de que la receta sea conocida no implica que los implicados sean capaces de llevarla a cabo. No es la primera vez que me asombro por la ceguera de la industria editorial ante la necesidad imperiosa de aunar esfuerzos si quiere salvar su pellejo de la que se le viene encima. Pero vemos que las iniciativas que emprenden las editoras van justo en un sentido opuesto. En unos pocos días tendremos un segundo quiosco digital en el mercado, por ejemplo. Y eso no es nada comparado con el sector del libro, en el que Libranda (una distribuidora digital que da servicio a las editoriales) es a lo más que se ha llegado, olvidando que además de la conveniencia de las editoriales y las tiendas on line, está la conveniencia del usuario, que es la más importante. Y al usuario de poco le sirve que la gestión interna del libro electrónico se haya echo más eficiente, si lo que se sigue encontrando es, de un lado cientos de tiendas on line con una oferta diferenciada y, de otro, un buscador en el que encontrar el libro deseado gratis lleva más o menos el mismo esfuerzo. Y el cine aún está peor.
Nada nuevo, pero hay una buena excusa para repetir el tema: una iniciativa eslovaca adoptada por la mayor parte de las publicaciones on line de pago del país se ha convertido en un rotundo éxito, no sólo económico, sino de incluso de tráfico, lo que es sorprendente. Se llama Piano Media. Un solo quiosco (concentración) donde uno puede suscribirse conjuntamente y pagar fácilmente por lo que  consume (conveniencia) y de forma segura (confianza) está funcionando de forma ejemplar, por supuesto que acompañado todo ello de unos precios que incitan a volver: 1 euro a la semana y 3 al mes, aunque se anuncian modalidades premium. En fin, nada que no hubiese sido puesto de manifiesto cuando se analiza el éxito de iTunes. Pero parece que la inercia de la competencia y quizás rencillas acumuladas durante años pesan mucho más que un análisis frío de la situación. Son un grupo de montañeros peleando entre ellos por alcanzar la cima sin entender que no lo van a lograr, salvo que se encuerden y colaboren entre ellos.
David Torrejón
Director editorial