Antonio Pacheco
Si no me conocen personalmente (en cuyo caso lo saben a ciencia cierta), es más que posible que lo hayan deducido si se pasan habitualmente por esta columna: confieso ante ustedes lectores todopoderosos y ante vosotros hermanos que soy un amargo y un inadaptado social con grandísimas carencias en este mundo dominado por el socialmediatismo y el networking. O sea, que quizás esta columna está mediatizada por esta amargura genética y lo que les cuento está demasiado sesgado por ese prisma a través del cual lo veo todo mal. O quizás, no.
El caso es que, en mi opinión, desde que el socialmediatismo existe como tal, el porcentaje de almibaramiento de los posts/tweets de las marcas ha ido creciendo de manera alarmante. Y no sólo es eso, sino que parece que existe una corriente de pensamiento único en el que los tonos de las mismas es prácticamente indistinguible.
Parece que todas las marcas quisieran ser Ned Flanders, lo cual es realmente divertido. Un ratito. Porque si la plantilla por defecto para los tweets es "¡Hola, holita! ¿Cómo va ese juevescito? ¡Ánimo, que mañana ya es viernescito y pasado ya llega el fin de semanita!", francamente a mí me acaba cansando. Será que, como ya les avisé, soy un mala onda.
Sé que no es políticamente correcto salirte de la zona de confort socialmediática y que hablando en modo buenrrollista te aseguras que tu marca caiga bien y que no haya conflictos. Sin embargo, me parece que lo que estamos haciendo es seguir los códigos de comunicación de cada red social (ya saben, eso de que hablar en LinkedIn es como hacerlo en una entrevista, en Facebook es como tomando una copa después del curro y en Twitter es como tomando un café en la cocina de la oficina) y, por lo tanto, nos olvidamos un poco de los códigos de comunicación de nuestras propias marcas.
Por poner algún ejemplo, imaginemos cómo sería el Twitter de uno de los referentes de esta columna, José Mourinho, gestionado en el modo en el que se comunican la mayoría de las marcas:
- @Pep ¡Buenos días! ¡Jugasteis fenomenal el partido de vuelta! Mucha suerte contra el Manchester, son durillos pero seguro que les ganáis.
- Me parto de la risa con el que me imita en el vídeo de los Sugus Azules de Piña. ¡Tronchante!
- @UEFA @AngelMVillar ¡Hola! A ver si nos ponéis algún árbitro que nos deje con 11 todo el partido, que con 10 nos cansamos un poquito :)
- @RealKaka ¡Jo! Justo te iba a sacar los últimos 20 minutos y van y expulsan a Pepe, que es un poco brutillo. ¡Qué penita!
- Salgo a comprar unos christmas de @Unicef que antes de que me quiera dar cuenta, ya estamos cantando el Arre Borriquito.
- @Obrevo Last Barcelona match reminded me of the little scandal at Stamford Bridge. That's so funny! Cheers, mate!!!
Bueno, ya se van haciendo ustedes una idea. Igual decimos lo que hay que decir. Pero reconozcamos que el tono de cómo lo decimos tiene su importancia. Y mucha.
 La lucha
Seguramente con @flanders se ganan followers y se consiguen MeGustas a cascoporro, pero creo que esa no debe ser la lucha. La lucha debería estar centrada en conseguir un canal de comunicación fluido e hiperdirecto entre las marcas y aquellos que las aprecian o que están interesados en ellas de alguna manera, y para eso no pienso que sea imprescindible ni el flanderismo, ni cientos de miles de millones de followers. La capacidad de escuchar y analizar, la educación, el control y la honestidad, sí lo son.