Cuando el detective “John Scottie Ferguron” vio caer a su compañero desde una azotea en plena persecución policial, su vida se convirtió en una pesadilla. Desde entonces la acrofobia y el vértigo aparecieron en su vida. Fue entonces cuando su amiga “Marjorie Midge Wood” le aconseja que solo otro shock emocional severo podría ser su cura. Este es el argumento de la película “Vértigo” de Alfred Hitchcock. Pero también nos podría valer como argumento de lo que vivimos constantemente en nuestra profesión por culpa de las nuevas tendencias.
Hace apenas un año, todos estábamos patas arriba con la aparición de los NFT’s. Todo giraba en torno a tres letras que no sabíamos para qué servían y casi ni lo que significaban. “A ver qué se han inventado ahora” escuchaba yo por los pasillos de la agencia. “Otra vez a empollar y descifrar una nueva tendencia” era otro de los comentarios. Vamos, lo que viene a ser vértigo por el desconocimiento de lo que acababa de llegar. Y como nuestro protagonista “John Scottie Ferguron”, la única manera de superar los NFT’s ha sido otro shock emocional en este caso llamado ChapGPT. La diferencia en este caso, es que su adaptación ha sido tan rápida que prácticamente todos ya lo hemos probado. Y da vértigo. Ya lo creo que da. Su fundador, un tal Elon Musk comentaba no hace mucho en el World Goverment Summit que cada vez habrá menos trabajos que un robot no pueda hacer mejor que una persona. Y que el gran reto de la humanidad será hacer frente al desempleo masivo. Esto acoj*na, las cosas como son. Sobre todo porque todo apunta a que la AI está llamando a la puertas de nuestro presente. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, todos podemos hacer cualquier trabajo. Podemos ser redactores, diseñadores, realizadores, pero también, abogados, economistas, psicólogos, comerciales, periodistas, etc. Y esto, otra vez, da mucho vértigo.
No hace mucho hablábamos de realidad virtual, gafas inteligentes o metaverso. Y de repente todo ha quedado eclipsado por la AI. Habrá que aprender a combinar todo, pero está claro que entre Microsoft y Elon Musk con su OpenAI han dado un golpe sobre la mesa que ha pillado desprevenidos hasta el mismísimo Google. Y a mi todo esto me encanta. Porque todo lo que sea innovar y tener que experimentar con nuevas tendencias es tan estimulante como cuando trasteaba con el cassette de doble pletina.
Todo esto da vértigo, pero hay que seguir probando.
Ya lo dijo Scottie “Una última cosa debo hacer y estaré libre del pasado”.
Y ahora la gran pregunta, ¿crees que este artículo lo ha escrito ChatGPT con las pautas que le he dado?
Ahí queda eso 😉