Page 25 - MUJERES A SEGUIR 6
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luis martínEz
navarro (sEf): «Es
importantE quE
la sociEdad tomE
conciEncia dE
indica María Arriaza, de la clínica Ginemed. El montante global del proceso
puede oscilar entre los 6.000 y 9.000 euros, dependiendo del éxito de la quE la fErtilidad
implantación y de factores como si se congelan o no los óvulos, si son fEmEnina Es
propios o se hace con material genético de donante, etcétera. La Seguridad caduca y quE
Social cubre de tres a seis intentos en caso de infertilidad comprobada. Solo si dEcidimos
si la mujer es menor de 40 años (en el caso del hombre, la edad límite es 55
años). Pero de esta lucha contra el fantasma de la infertilidad ha florecido rEtrasar la
también un vergel de empresas privadas. La SEF tiene contabilizadas unas Edad natural
doscientas clínicas. En total, los centros calculan que en torno al 3% de dEl Embarazo
los bebés que nacen en España son fruto de una técnica de reproducción dEbEmos prEvEnir
asistida.
El impacto dEl
Nuestro país se ha convertido, además, en una suerte de destino turístico paso tiEmpo»
reproductivo. Desde 1997 hasta 2015, el último registro disponible, España
alcanzó los 119.875 ciclos de tratamiento, lo que nos sitúa a la cabeza de
Europa en esta materia. Igual que en los setenta y los ochenta las mujeres que
querían abortar y podían permitírselo viajaban a Inglaterra, hoy son muchas
las parejas y las mujeres solas que vienen desde otros lugares de Europa
para tratarse en clínicas españolas. Para Pascual Sánchez Martín, director
médico de Ginemed, las razones son claras: “La legislación que tenemos es
atractiva para nuestros vecinos europeos. Por ejemplo, mientras en Francia
se prohibía la inseminación de mujeres solas o parejas de lesbianas, aquí
podía hacerse libremente. Aquí, además, los donantes de gametos son
anónimos y se puede implantar un embrión a una mujer mayor de 46 años”.
Las razones para la infertilidad son diversas, desde una disposición genética
a lo que se da en llamar esterilidad social, provocada por malos hábitos
como el tabaco o el sedentarismo. Se estima que están detrás del 25% de
los casos de dificultades para concebir. En cuestiones de fertilidad, uno
no solo paga sus decisiones, también las de sus abuelos. Según Sánchez
Martín, la epigenética, la activación o no de genes dependiendo de factores
ambientales, hace efecto “en al menos dos generaciones”, por lo que las
consecuencias de un fumador empedernido podrían alcanzar a una nieta
que nace con menos óvulos de lo habitual.
En cualquier caso, el factor más determinante sigue siendo la edad.
Cualquier mujer joven que eche un breve vistazo a las webs de las clínicas
de fertilidad se llevará un mensaje claro y aterrador: se le pasa el arroz. Si
bien hay quien piensa que la mujer es fértil hasta la menopausia, lo cierto es
que las probabilidades de concebir se van reduciendo poco a poco a partir
de los 25 años: “A partir de los 35 años las posibilidades reproductivas de
la mujer disminuyen, tanto por su calidad ovocitara como embrionaria. Es
importante que la sociedad tome conciencia de que la fertilidad femenina es
caduca y que si decidimos retrasar la edad natural del embarazo (entre los
18 y los 35 años) debemos prevenir el impacto del paso tiempo”, explica el
presidente de la SEF.
Es evidente que los hijos se tienen cada vez más tarde. Según el Instituto
Nacional de Estadística, las mujeres han pasado de dar a luz a su primer
niño a los 28,8 años de media en 1990, a los 32 años de 2017. Y algo aún
más revelador: un tercio de los recién nacidos ya tienen madres mayores
de 35 años. Aunque el dedo culpabilizador señale habitualmente a la
mujer, la reproducción necesita dos gametos, y las causas de infertilidad
son mixtas. Según María Arriaza, “aproximadamente un tercio se debe a
causas femeninas, otro tercio a masculinas y otro a causas mixtas”. “A los
hombres no les afecta tanto la edad como los problemas ambientales”, indica >>
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