Page 73 - MUJERES A SEGUIR 6
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La artista filandesa Riikka Sormunen
ha ilustrado la nueva reedición de la
obra publicada por Lumen.
en la representación que hace la autora de esas Mujeres dóciles y
estereotipadas, pero taMbién iMperfectas, aMbiciosas e independientes,
hay algo que engancha con el feMinisMo
Al principio de la novela se la retrata como una chica con aires de chicazo, casar a sus protagonistas. “Las chicas me escriben para preguntarme con
malhablada y rebelde. Al igual que la propia Alcott, comprometida toda quién se casarán las mujercitas, como si casarse fuera el único objetivo
su vida con el movimiento abolicionista y el sufragismo, Jo lamenta y finalidad de una mujer”, se lamentaba en su diario la escritora, que no
haber nacido niña, por los límites y restricciones que ello apareja. Lejos se casó nunca. Eso sí, se toma la pequeña venganza de no emparejar a
de resultar monolítico, el personaje está lleno de contradicciones, lo que Jo con el que sería su destino romántico natural, su vecino y amigo del
también lo humaniza. En un momento de la novela se corta el pelo para alma, Laurie, y le busca un pretendiente muy poco convencional para
venderlo y conseguir así el dinero para visitar al padre enfermo (de nuevo la época: un profesor de origen extranjero, con pocos recursos y muchos
una representación de la mujer sacrificándose por la familia). Cuando su más años que ella. Más antifeminista que el que se case, parece, desde la
hermana Meg la descubre llorando esa noche, Jo admite que una parte de perspectiva actual, el hecho de que el matrimonio aplaque la ambición y el
ella extraña su larga cabellera, aunque el sentimiento se disipa a la mañana carácter rebelde de Jo, como también lo hace con el materialismo de Meg,
siguiente. o la vanidad de la pequeña, Amy; todas características alejadas del ideal
femenino de la época que desde el principio encarna la otra hermana, Beth.
Contradicciones aparte, Jo rechaza el destino que su género le impone, Puede, en definitiva, que Mujercitas no tuviera ese espíritu revolucionario
atado al hogar y las tareas domésticas, y desprecia abiertamente la idea que ahora se le quiere adjudicar, pero al menos sí consiguió crear un
de casarse y tener hijos. Si bien en la primera parte la trama nupcial tiene universo de mujeres fuertes e independientes que intentan encontrar su
menos peso que, por ejemplo, en las historias de Jane Austen, en el segundo lugar en la sociedad que les ha tocado vivir. Y dada la época, solo eso ya
volumen Alcott acaba cediendo a la presión de editores y lectores y decide tiene su valor. #
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