Podría pensarse que en un sector tan maduro como el de las agencias de publicidad, y en un mercado de libre competencia, la distinción entre las independientes y aquellas que pertenecen a holdings o redes multinacionales es irrelevante a efectos del negocio y de la percepción de los clientes. Sin embargo, las agencias independientes, a las que se dedican unas páginas en este número, y las dependientes, valga la expresión no dejan normalmente de hacer gala de su condición en sus páginas web y presentaciones de credenciales, tratando así de hacer valer los atributos positivos que cabe atribuir a cada condición, y que son bien conocidos.

Al final, como es lógico, cada anunciante elegirá aquella que mejor se ajuste a sus necesidades y condiciones económicas, pero parece claro que agencias de uno y otro tipo tienen la ventaja de operar en un ámbito en el que hay un intangible que dibuja un terreno de juego igual para todos: el talento y la capacidad creativos. Si no fuera así, no habría explicación fácil al hecho de que grandes anunciantes multinacionales asignen con asiduidad cuentas regionales o mundiales a agencias no alineadas en holding alguno. En España los últimos años han dibujado una situación menos halagüeña en ese sentido, pues la crisis ha hecho que las filiales de las redes peleen con ahínco, y con sus habitualmente mayores recursos, por las cuentas de anunciantes locales, recortando así el terreno de las nacionales, pero aún así no han faltado éxitos significativos de las mismas en ese terreno. Tampoco ha sido nunca España un país en el que ni la Administración ni las empresas públicas ni los anunciantes de origen local hayan privilegiado a las agencias de capital nacional.

Otra consecuencia de la crisis y el desempleo que ha generado en el sector ha sido la aparición, en los últimos años, de un buen número de nuevas agencias impulsadas por profesionales españoles. Y quizá sea esa cualidad de emprendimiento, de capacidad de innovación y dinamización del mercado, lo que más haya que valorar de las agencias independientes en este momento, junto a las tradicionales de implicación directa de los directivos, flexibilidad y falta de presiones financieras internacionales que le son inherentes y que tantas historias de éxito empresarial han propiciado en nuestro país.