No hay nada más gratificante para un trabajador de la publicidad que escuchar a la gente de la calle. Cuando alguien te dice "Pepe, un purito" o te canta la canción de Martinellli o te recuerda el anuncio de la motosierra Stihl, está confirmando ese efecto multiplicador que tiene la radio. Los que hacemos publicidad distinta a través de las ondas, tenemos un problema, la falta de confianza de las agencias a la hora de programar campañas específicas para la radio. Supongo que la televisión es más atractiva y, sobre todo, más gratificante económicamente. Y es por eso por lo que la radio se ha ido quedando como el reducto pobre de las grandes marcas. Llevo más de treinta años amando la publicidad, intentando encontrarle nuevos caminos, enseñándole a los profesionales del medio a respetarla y a quererla. Siempre he creído que la publicidad no debe ser nunca "una pausa", como repiten continuamente los directores de programas de todo tipo. ¡Abajo la pausa! La publicidad también es radio y nuestro objetivo ha sido siempre que los anuncios sean carne de programa, radio pura en una palabra. El efecto producido entre la audiencia y los resultados de las marcas que han confiado en nosotros, confirman que estamos en el buen camino. Sólo nos falta un poco más de valentía de las agencias para darle a la radio lo que la radio se merece. Personalmente, puede afirmar que hacer publicidad en tiempo de juego en Cope es la mejor manera que conozco de darle gracias a la vida y a la radio.
Pepe Domingo Castaño es presentador de Tiempo de juego (Cadena Cope)
El último número de Anuncios incluye unas páginas especiales dedicadas al medio Radio.