Hablar de tendencias cuando se acerca el final del año se ha convertido en una tendencia en sí misma. Expertos, profesionales de distintos sectores y atrevidos en general son capaces de enumerar una a una las cosas que serán tendencia al año siguiente. Pero lo cierto es que poca gente habla del talento que hay detrás de una idea exitosa. Por ello, no voy a hablar de una tendencia como futurible ni como estimación de lo que será, sino que voy a dar protagonismo al talento que hace posible la tendencia en el tiempo.
Hace unos meses volví a ver la portada de noviembre 2007 de la revista Forbes donde su titular decía algo como que nadie alcanzaría jamás al rey de los teléfonos móviles y ahora IPhone encabeza el mercado de la telefonía. Nos encontramos en un momento de pleno cambio donde quizás debemos empezar a hacernos a la idea de que lo impredecible es la mayor tendencia a la que nos tenemos que adaptar. Porque, tal y como dice Steve Wozniak (confundador de Apple) en el anuncio de Vodafone, ‘todos somos becarios de la era digital'.
No voy a hacer un intento de adivinar el futuro, sino que vamos a tratar el asunto desde la perspectiva de las personas. Me gusta filosofar sobre la idea de que las tendencias están directamente vinculadas a un talento y ese talento proviene de personas que son capaces de hacer cosas extraordinarias, diferentes y únicas. Gente que transforma las cosas a mejor.
Con la llegada de internet, por ejemplo, se consiguió que el mundo fuera capaz de comunicarse en su totalidad en tiempo real. Ya ni siquiera nos acordamos de cuando nuestros familiares y amigos nos decían que no nos subiéramos a un coche con desconocidos, y apareció BlaBlaCar, o de cuando nos decían que ni se nos ocurriera quedar con gente desconocida, y triunfó Tinder. Lo que fue impensable en el pasado, se ha convertido en una realidad en el presente y en un impredecible del futuro. Pase el tiempo que pase, debemos hacer perdurar el talento en nuestra sociedad. Porque el talento es el responsable de las tendencias. De esta idea extraemos la importancia de formar a gente con talento que sea capaz de aportar cosas diferentes simplemente por sus cualidades.
La vida consiste en una constante evolución tanto personal como profesional, donde las personas con talento son capaces de adaptarse al medio y avanzar junto a él. Quedarse rezagado hoy en día, es realmente sencillo si no eres capaz de adaptarte, girar en el mismo sentido que tu entorno, modificar tu punto de vista cuando la perspectiva cambia o trocar el estilo de vida cuando la vida cambia de rumbo.
Por lo tanto, mis tendencias para 2018 son aquellas personas que son capaces de extraer aspectos clave de un concepto para finalmente, crear algo extraordinario. Hablo del talento que hace realidad las ideas.