
Estamos viviendo una era donde se puede medir prácticamente todo. Donde hemos aprendido a establecer KPIs y métricas que analicen en detalle todas nuestras acciones y campañas. Queremos saber qué impacto tienen cada una de nuestras decisiones y, en el mejor de los casos, saber cómo actuar en consecuencia. Esto es fantástico y la data ha supuesto una evolución radical en nuestras estrategias de negocios y comunicación. Lo que antes simplificábamos en un análisis del resultado final, ahora ha derivado en un análisis detallado de cada paso donde podemos optimizar nuestra toma de decisiones. Pero (porque siempre hay un pero), ¿nos estamos olvidando de algo?
Esta pregunta, que es el camino para la mejora y la innovación, tiene que retarnos a aspirar a algo más. Si bien sabemos analizar toda esta cadena de valor, tal vez no estamos enfocando bien el objetivo correcto. Como es evidente, nos centramos en nuestros resultados propios, en los que nos afectan a nosotros. Pero, ¿estamos midiendo también el impacto que tienen nuestras decisiones en el ecosistema en el que vivimos? Unas marcas que “sólo” quieren vender, unos creadores que “solo” buscan audiencias, unos consumidores que “solo” buscan entretenimiento, todo un ecosistema que “sólo” mira por su bien personal.
Desde siempre, todos los colectivos de este ecosistema han estado obligados a entenderse, a trabajar y pensar los unos con otros, pero en la mayoría de los casos desde un enfoque egoísta y egocéntrico. Es lícito y hasta cierto punto comprensible, pero ¿podemos obtener los mismos resultados personales mejorando el bien colectivo?
En Havas PLAY estamos convencidos de ello. Tanto es así, que es uno de nuestros principios fundacionales. Lo que nosotros llamamos el win-win-win. Un enfoque de trabajo que debe promover el desarrollo de proyectos que generen un bien común. El beneficio global de todo el ecosistema al que pertenecemos. Una filosofía que, por encima de cualquier objetivo, prima hacer las cosas desde una visión colectiva, de trabajo en equipo y de cooperación entre colaboradores.
Para conseguirlo creemos que la clave está en la aceleración que conecta las capacidades y ventajas de cada una potenciando los beneficios transversales. Es importante crear, sin duda, pero muchas veces nos olvidamos de construir sobre activos de comunicación que ya existen para darles mayor recorrido y profundidad, para crear un ecosistema de distribución transmedia que permita conectar a los creadores, las marcas y las comunidades a través de sus pasiones comunes.
Tenemos que fomentar esa visión holística y estratégica, sin ataduras y con honestidad, para ofrecer la mejor solución posible que contribuya positivamente a todas las partes. Un beneficio que transciende el negocio que no debemos plantear como fin, sino como una consecuencia. No debemos buscar resultados a cualquier precio, ni audiencias inocuas, ni entretenimiento vacío.
Para conseguirlo, además de la filosofía, debemos definir claramente la mirada y roles desde un inicio. Siguiendo este principio, hemos identificado cuatro formas de acercarnos a un proyecto:
1) Integración en formatos existentes con audiencias propias para conectar de una forma diferencial y relevante con nuestras audiencias.
2) Creación de activos de comunicación propios que puedan generar audiencias propias.
3) Co-creación de proyectos desde la búsqueda de partners y alianzas.
4) Consultoría inicial para comprender mejor los territorios, las comunidades, los players existentes y nuestro potencial rol dentro del ecosistema para ser diferenciales.
No creemos que la solución para crear esos proyectos de valor pase por crear un portfolio de productos basado en formatos, en la verticalización de especialidades o en una tecnología en concreto. El valor se crea desde la unión de capacidades, miradas complementarias y una categorización basada en el tipo de relación que tenemos con los participantes en cada proyecto.
Genera más impacto positivo definir los proyectos por el tipo de relación que tendremos entre los colaboradores que por sus características técnicas
Las modas muchas veces nos limitan, las tendencias nos condicionan y las palabras pierden valor cuando muchos dicen pero no hacen. Es muy fácil subirse al carro para hablar de sostenibilidad, de impacto social y de defender libertades, pero a la hora de la verdad, esperar que las acciones en ese sentido las realicen otros. Que reciclen los demás, que las ONG resuelvan todos los conflictos, que otros bajen el impacto de su huella de carbono, que los creadores den el paso o las marcas que ya rompieron la barrera hablen por todos. Es el momento de asumir esos retos como algo personal. Es el momento de pasar de las palabras a los hechos.
Hoy, desde Havas PLAY, queremos impulsar este cambio. De una nueva forma de hacer que haga de nuestro sector un referente en una forma de trabajar en el impacto de negocio positivo y sostenible. Pero todo esto no sirve de nada si este esfuerzo no es compartido. Queremos aprovechar la oportunidad de estas líneas para que nos sumemos sin importar nuestro origen ni rol, y compartir esta mirada y compromiso. Porque estamos convencidos que una nueva forma de hacer es posible. Una gestión de proyectos responsable y con impacto en negocio, pero sobre todo, con impacto positivo en todos nosotros.