
Cyber es la sección que ostenta los mayores números del festival de Cannes:
21 jurados de 18 nacionalidades distintas para juzgar más de 4.000 piezas en categorías tan dispares como Social Video o Tangible Tech.
Es verdaderamente una de las pocas secciones en la que puedes ver una representación clara de lo mejor del año a nivel global, ya que cyber hoy en día es absolutamente todo. Exceptuando algunos casos de Print o Outdoor, todo lo que hacemos vive hoy en el medio online.
De esas más de 4.000 piezas. menos de 300 pasaron a la lista corta, con lo que si a algún lector le ha sabido a poco que su trabajo se haya quedado sin metal, le aseguro que en mi humilde opinión eso debería considerarse un logro en si mismo.
Con semejante volumen de trabajo y con tantos profesionales tan dispares, no hay hueco para los artificios ni para los engaños. Cada pieza se desmenuza y se cuestiona desde todos los ángulos hasta destilar la grandeza o mediocridad de la idea, y cuando se decide de qué metal es el león que merece, se discute una vez más y se somete al escrutinio de 21 profesionales que envidian no haber sido capaces de llegar ahí.
Para que os hagáis una idea, sólo 8 piezas de las más de 4.000 evaluadas tuvieron un oro directo en la primera ronda de votación. El oro es la perfección, decía nuestra querida Colleen de Courcy, nuestra maestra y guía espiritual en esta aventura. Y no se equivocaba.
Por todo esto, hoy miro el palmarés que deja España y siento orgullo por el ORO perfecto que Ogilvy nos trajo en Cyber con la cuna de Ford. Un ejemplo del valor que aún podemos aportar a nuestros clientes, y de que la capacidad creativa de las agencias puede llegar a generar nuevas áreas de negocio.
Y hoy más que nunca no me puedo creer que hayamos ganado un plata con Loterías y mucho menos que el año pasado nos lleváramos el Grand Prix a casa… Ay, ¿cuando volverá a suceder algo así?
Ah, no espera, que ya ha sucedido… Grande MRM, grande Santander. Bravo.