
Y van tres. Proximity Barcelona y Audi han repetido este año la hazaña conseguida en otras dos ediciones anteriores al hacerse con el gran premio Ampe por la pieza Por siempre jamás. El año pasado, agencia y anunciante obtuvieron el máximo galardón con La muñeca que quería conducir y en 2015 lo ganaron con Toy service. Esta edición de los Ampe, celebrada el pasado martes, se ha revestido de celebración al cumplirse los cincuenta años de la asociación, efeméride que se ha coronado con la entrega de sendos premios especiales a la agencia y el anunciante que más grandes premios han cosechado en este medio siglo: McCann y El Corte Inglés, respectivamente.
La animación está resultando una fórmula publicitaria de éxito para Audi en los premios Ampe con la suma ya de estos tres grandes premios de la mano de Proximity Barcelona. Aunque no ha sido la única que le ha funcionado a la marca automovilística. En 1999 se llevó el gran premio con Beso, de la entonces Tandem CG DDB, y en 2008 con Sinfonía, de DDB. La evolución no puede ser más evidente: la publicidad audiovisual sigue siendo la nutriente fundamental de los grandes premios, pero antes eran las campañas emitidas en TV y, ahora, las que se mueven por el entorno digital. No en vano, automoción sigue siendo el primer sector por volumen de inversión publicitaria en medios y, de acuerdo con un reciente informe de Ymedia con datos de febrero de este año, también fue el más activo en publicidad digital con un 12,3% del total de la emitida. Volviendo a Ampe, los coches acaparan nueve de los grandes premios entregados en toda su historia. Además de Audi, figuran en el palmarés marcas como Simca, Renault o BMW.
Además del gran premio (que se elige entre las piezas finalistas en el apartado multimedia), Proximity Barcelona ha cosechado otros dos oros: uno en el apartado digital también para la campaña Por siempre jamás, de Audi, y otro en la categoría de valores sociales, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Atresmedia, por la campaña La diligencia de los cowboys del desierto, creada para Skoda.
McCann, reconocida con el premio especial como agencia con mayor número de grandes premios a lo largo de la historia de estos premios, se ha llevado un oro en la categoría de cine, con la campaña La llave Allen creada para Ikea, y otro en radio, con Día de la madre: Elena, para Navidul.
En el apartado televisión, el oro fue para Zapping por el spot Bilbaínos, creado para el Museo Guggenheim. Pingüino Torreblanca lo ganó en diarios, con Piscina, pieza creada para Bankia. En revistas se lo llevó DDB por Jaulas, para Volkswagen. Y en exterior, Arnold Madrid consiguió el oro por Impresora gigante de los 80, para Adidas.
Junto a estos galardones, se entregaron las correspondientes platas al resto de campañas finalistas en cada uno de los apartados a concurso.
Los 50 o la vuelta a los orígenes
Este año, con motivo de las bodas de oro de la asociación, Ampe volvió a sus orígenes y congregó alrededor de una cena a un nutrido grupo de profesionales de anunciantes, agencias y medios en el mítico aunque renovado Florida Retiro de Madrid, escenario habitual de estos premios durante gran parte de su historia, aunque en las últimas ediciones se había variado el formato de la gala.
En el transcurso de la larga velada (hay cosas que no cambian) se hizo entrega también de los dos premios especiales concebidos para esta ocasión y que han reconocido a McCann y a El Corte Inglés como la agencia y el anunciante, respectivamente, que mayor número de grandes premios han cosechado a lo largo de la historia del certamen. El repaso a alguna de esas campañas ganadoras puso la nota nostálgica a una edición que volvió a ser cita obligada para todo el sector (repetimos, hay cosas que no cambian).