“La publicidad no es responsable de la violencia de género”. Las palabras pronunciadas por Luis Cuesta, presidente de SCPF, resumen a la perfección la postura que han defendido los publicitarios en la mesa redonda titulada La publicidad contra la violencia de género celebrada en el primer día de El Sol.
Charo Izquierdo, director de Yo Dona, ha insistido en que la publicidad, al igual que los medios de comunicación, deben contribuir a “limar o eliminar” los estereotipos. Ejemplo de ello es la iniciativa que ha desarrollado esta revista femenina, editada por Unidad Editorial, que ha solicitado a reconocidos creativos españoles una campaña para denunciar los numerosos casos de violencia de género que lamentablemente se repiten en nuestro país. El pasado año ya pusieron en marcha esta idea, aunque, en ese caso, fueron ellas las que se encargaron del diseño de los originales. “La mayor parte de la publicidad sigue utilizando a la mujer para vender cualquier cosa”, ha afirmado, lo que, en su opinión, incide en la raíz del problema: la desigualdad.
Esta misma tesis ha sido defendida por María Jesús Ortiz, jefa del servicio e comunicación e imagen del Instituto de la Mujer. “Los medios y la publicidad pueden ayudar a cambiar los estereotipos”. Para ello, aconseja seguir la siguiente forma: aprobar únicamente aquellos anuncios en los que se podría sustituir la figura de la mujer por la del hombre sin que se resintiera en absoluto la idea.
Publicitarios
La respuesta ha sido unánime por parte de los tres publicitarios que participaban en la mesa: el mencionado Luis Cuesta; Marisa de Madariaga, vicepresidente de la Asociación Española de Agencias de Publicidad (AEAP) y consejera delegada de El Laboratorio S&J, y Carlos Sanz de Andino, director creativo de Contrapunto. Éstas han sido algunas de sus aportaciones más significativas.
“Se les pide demasiado a las agencias de publicidad. Nuestro trabajo sólo refleja lo que ocurre. Veo mucha más violencia en el cine o en la propia sociedad. La solución de la violencia de género debe venir por la vía de la educación”, ha sostenido Luis Cuesta.
“La culpa no es de la publicidad. No podemos matar al mensajero”, ha apostillado Marisa de Madariaga. Desde su punto de vista, la industria publicitaria puede desempeñar un papel activo en tratar de mitigar o erradicar esta situación, pero no lo puede hacer sola, sino unida a anunciantes, instituciones y la sociedad, en general.
“La publicidad es un espejo de doble cara: se fija en lo que hace la sociedad y, a su vez, es dónde ésta se mira”, ha afirmado Carlos Sanz de Andino. La solución, en su opinión, debe proceder por “seguir evolucionando juntos”.
La periodista Mabel Lozano ha argumentado en su intervención que la publicidad está sometida a un férreo control, que, en muchas ocasiones, propicia denuncias injustificadas, situación que, por otra parte, no se aplica de igual manera a los contenidos de televisión o de otros medios de comunicación.