El spot de la campaña de Pavofrío, titulado también Deliciosa calma, se desarrolla precisamente en el restaurante en el que ha tenido lugar la convocatoria abierta al público, un local madrileño (La Contraseña), reconvertido para recibir solo a mujeres y servir un menú específico a base de platos de pavo, con unos nombres tan sugerentes como No he ido al gimnanio porque no me ha dado la gana y ya iré si puedo con pavo y aceite de macadamia (es decir, Ensalada de gamba blanca y pavo con aceite de macadamia), en línea con el mensaje que se ve en el spot.
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