El hijo que se va con su familia tras pasar unos días en casa de sus padres. Con todo lo que conlleva: que no se olviden nada, táperes de mamá, tentempié para el viaje, besos de despedida y a recoger todo lo que ha quedado por medio. La casa, de repente, tiene exceso de silencio. Ahora lo importante es que lleguen bien. Es un viaje largo y esa madre no se quedará tranquila hasta que avisen de que han llegado. Qué fácil identificarse con la secuencia. Cuántas Maruxas haciendo tiempo, cocinando hasta la hora que haga falta para poder dormir tranquilas.
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