Con la llegada de la era digital, las sinergias entre áreas son el primer paso hacia un modelo de negocio enfocado en el contenido, donde la integración de las mismos se convierte en la solución para cubrir las necesidades de los usuarios. Todos y cada uno de nosotros, como personas, somos parte del contenido. Ya no se trata de un apartado más del proceso, sino que el proceso en sí mismo está enfocado en conseguir un contenido diferenciador y exclusivo tanto personal como profesionalmente.
Las marcas tienen que integrarse dentro de la generación de contenido ofreciendo un valor añadido y personalizado a cada uno de los usuarios. Todos, como creadores de contenido, competimos en transmitir nuestras experiencias y las marcas lo deben contrarrestar con su potencial creativo, patrocinios y conocimiento del público.
Este nuevo contexto requiere que los equipos de trabajo multidisciplinares encuentren el eje vertebrador para ofrecer una solución que capte la atención del usuario potencial y se genere una relación duradera en el tiempo y no puntual. Quizás este sea uno de los detalles que posteriormente marquen la diferencia en el proceso de compra o percepción de marca.
Con la era digital hemos descubierto la necesidad de generar un contenido corto y efímero que te puede dar muchos éxitos, pero que mañana nadie recordará. Esto implica que día a día hay que trabajar en desarrollar nuevas iniciativas sin tener claro que la fórmula del éxito vaya a funcionar. Equivocarse una y otra vez, pero con cosas diferentes, es otro de los detalles que marcarán la puesta en marcha de una nueva iniciativa.
El usuario cada vez más está pendiente de lo que cuentas y no de quién eres. Quizás este sea el verdadero éxito del contenido en internet.