Vender es muy difícil, hoy más. De hecho, los buenos directores comerciales se los rifan en cuanto quedan libres, no hay. Pero vender un buen producto o servicio es más fácil que vender uno mediocre. A priori tiene sentido, ¿no? Resulta que no está tan claro, una comunicación bien pensada puede confundir a cualquier consumidor.

La importancia del papel de la estrategia y de la creatividad para vender es evidente, te cambia el escenario, te pasa de no vender a vender, o al contrario si no se hace bien.

Ahora bien, cualifiquemos la creatividad. Se convirtió en un palabro más, no es creatividad con fines comerciales todo lo que se denomina creativo. Para el mundo comercial es creativo lo que logra destacar entre tanta creatividad, es creativo lo que despierta la mirada de muchos ante tanta avalancha de inputs diarios. Es creatividad eficaz lo que no solo capta la mirada, sino que la trasciende, lo que es capaz de dejar una semilla, así, sin grandes pretensiones, pero enormes habilidades.

Acotar cuando uno habla de conceptos amplios se hace necesario para entender.

No toda la creatividad construye, hay creatividad con buen gusto y con malo, hay creatividad con foco y sin él, hay creatividad que confunde y hay otra que seduce.

Por eso, no toda la creatividad vende, y por eso es bueno saber que hay toda una industria centrada en entender y aplicar esa creatividad de manera eficaz para poder vender y así acabar con la idea preconcebida de que todo el mundo sabe de creatividad publicitaria. Ese “dejadme que se lo enseño a mi marido a ver qué opina”, o “¿por qué no cambiamos el color del logo y ponemos la canción que compuso mi cuñado para el anuncio?”. NO señores, trabajar en creatividad con fines comerciales es toda una hazaña que requiere un gran talento y una no menor experiencia que todavía hoy está infravalorada y que tiene que responder a unos objetivos concretos. Ya es hora de darnos cuenta de que lo que es capaz de hacer una buena estrategia creativa en comunicación marca la diferencia entre estar y no estar.

Teniendo en cuenta la dificultad que entraña vender y más en un contexto tan saturado como el actual, valoremos la escala en la que debemos estar como industria en todos los sentidos, reputacional y económicamente.

Este artículo ha sido publicado previamente en el especial por el 25 aniversario de Los Anuncios del Año.