“Me hubiera gustado haber estado centrada en el fútbol, pero somos mujeres y tenemos cosas por las que luchar”. Le robo las palabras a Aitana Bonmatí, campeona del mundo de fútbol y ganadora del Balón de Oro. Sin intención ni méritos para equipararme con ella, ahora que tengo entre manos el reto de hacer balance del año, pienso que a mí también me hubiera gustado centrarme solo en lo profesional, pero la realidad de ser mujer me ha distraído continuamente de mi objetivo.
Así, un día cualquiera te encuentras con que hasta este año ninguna mujer había ganado el Nobel de Economía y otro lees un artículo, a raíz del último premio Tusquets, en el que un ‘señor’ pregunta: “Chicas ¿no estáis hartas de vosotras mismas?”, donde habla de chicas para referirse a escritoras y de autores para hacer lo propio con escritores. Ya sabéis, aquello de la infantilización, que sigue a la orden del día. Pero, además, del artículo se desprende una idea que me preocupa, eso de que nos leemos entre nosotras por empatía y no por calidad. Porque esa idea es tremendamente peligrosa, nos sitúa a las mujeres, no solo como profesionales, sino también como consumidoras de peor calidad, manipulables y vulnerables en exceso, sin criterio, vamos. Y hablando de mejores o peores profesionales, un día sí y otro también nos cruzamos con que en tal o cual evento, charla, foro, conferencia… tooodo el panel es de hombres, bueno, a veces alguna mujer lo modera, imagino que por aquello de que se nos da bien cuidar.
Todas estas cosas una las ve o las lee en los medios, pero es que en el día a día, en lo cotidiano, la cosa no mejora. Me contaba hace poco mi sobrino que en su clase de primero de ingeniería industrial solo hay dos chicas, y no, las mejores notas de su curso en bachillerato no eran las de los chicos. Algo no acabamos de hacer bien como sociedad y tenemos que intentar, desde nuestra pequeña o gran parcela de influencia que las cosas se nivelen. Tenemos una profesión en la que se nos llena la boca con la palabra creatividad y la creatividad es lo contrario al reduccionismo, a la mente estrecha, a lo establecido.
Hagamos honor a esa palabra y contribuyamos a crear un mundo un pelín más justo. Y eso, de justicia y de equilibrio de talentos es de lo que va Más Mujeres Creativas. Este ha sido nuestro primer año como asociación y orgullosamente puedo decir que ya somos 187 socias, pero es una sensación agridulce porque nacimos con la idea de desaparecer cuanto antes, y la realidad es que parece que va para largo.
En fin, que me hubiera gustado centrarme en lo mío, las ideas, pero, a riesgo de ser la intensita de Anuncios, tengo que recordar que van 47 mujeres asesinadas por violencia machista y sí, soy mujer, y este 2023 no me han faltado cosas por las que luchar.
Gema Arias, directora general de estrategia creativa en Kitchen y miembro de Mas Mujeres Creativas