La inteligencia artificial está revolucionando todos los sectores de la sociedad, y todo apunta a que transformará muchos de los aspectos de nuestras vidas.

La irrupción de esta tecnología supone un fenómeno con una celeridad difícil de comprender, en muchos casos, por el “común de los mortales”. En particular, estos avances en el mundo del marketing y la producción audiovisual son realmente notables gracias a la inteligencia artificial generativa, y la IA también puede ser un factor de gran aprovechamiento para los anunciantes y sus agencias a la hora de establecer una nueva perspectiva más eficiente y eficaz en las estrategias de branded content de las marcas.

La IA promete una transformación radical al optimizar tanto la creación como la distribución de contenidos y redefine el grado de personalización con el usuario al adaptarse con una precisión sin igual a los gustos y preferencias del público.

Una de las principales ventajas de utilizar la inteligencia artificial en la producción de contenido es su capacidad para mejorar la eficiencia. Desde el inicio, en el momento de afrontar la estrategia de branded content de cualquier marca, con la ayuda de los algoritmos ya se puede analizar y sintetizar grandes cantidades de datos para identificar las tendencias y preferencias de los consumidores. Es algo que saben muy bien plataformas como Instagram o TikTok, cuyos algoritmos aprenden lo que nos gusta para que la experiencia de consumo sea cada vez más personalizada.

Esta información es esencial para crear contenidos altamente relevantes y atractivos para nuestro target. Además, la IA puede ayudarnos a automatizar la generación de textos, imágenes y vídeos, lo que reduce significativamente los tiempos de producción y permite una mayor visión creativa. Esto significa que el contenido puede ser adaptado y actualizado respondiendo a las interacciones de los usuarios y ofreciendo una experiencia dinámica y totalmente personalizada.

Así como hay avances en la producción de contenidos, también surgen retos. Uno de los pilares clave del branded content es la autenticidad. Es esencial que la inteligencia artificial sea cuidadosamente ajustada para garantizar que el contenido sea relevante y, a la vez, refleje la voz y los valores de la marca. No podemos permitir que la eficiencia sacrifique la esencia. Además, es necesario una monitorización constante para prevenir sesgos involuntarios y mantener la precisión y el buen juicio en el contenido generado.

En cuanto a la distribución, la IA tiene el poder de revolucionar la forma en que los anunciantes alcanzan a su audiencia. Algoritmos de aprendizaje automático pueden identificar las plataformas y los horarios más efectivos para la publicación de contenido. Esto no solo incrementa la visibilidad, sino que también maximiza el retorno de la inversión.

La personalización alcanza un nuevo nivel y el contenido puede llegar a ser adaptado a cada usuario basándose en su historial de interacción, búsqueda y consumo. Esto resulta en una experiencia casi a medida, aumentando la relevancia y la posibilidad de compromiso por parte del consumidor.

Imaginemos poder crear campañas que no solo se adapten a las preferencias generales de un grupo demográfico, sino también a las emociones individuales de cada persona. Esto sin duda proporciona una ventaja competitiva increíble. Sin embargo, a medida que la IA se integra más en la producción y distribución del branded content, es importante recordar que todavía se requiere de la creatividad humana para lograr un equilibrio. Aunque la tecnología puede amplificar y adaptar la creatividad humana, esta sigue siendo esencial para conectar con una audiencia cada vez más exigente.

El futuro del branded content enriquecido por IA promete ser más relevante, interactivo y personalizado. Sin embargo, no debemos perder de vista la importancia de la supervisión y la intervención humana para asegurar que el contenido mantenga su integridad y autenticidad. El futuro pasa por la colaboración entre humanos y máquinas. Es imprescindible comprender que el papel de la inteligencia artificial no es remplazar a los humanos, sino colaborar con ellos y aumentar nuestras capacidades.

Las marcas que logren armonizar el poder de la IA con la sensibilidad y creatividad humana no solo captarán la atención de su audiencia, sino que conseguirán grandes resultados y lograrán diferenciarse.