Page 15 - MUJERES A SEGUIR 6
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un trabajo para el instituto. Como las excomandantes, no cree que la la gente Ve el país en blanCo o
guerra haya terminado. Al contrario, para ella la situación ahora es peor, negro y Cuando se le pregunta,
ya que los actores, comenta, están difuminados y nadie sabe quién es CoMo ha oCurrido en los dos
quién. Aparte, señala, el ambiente está más polarizado. La gente ve el país
en blanco o negro y cuando se le pregunta, como ha ocurrido en los dos últiMos referendos, Vota
últimos referendos, vota incomprensiblemente por seguir en guerra y dice sí inCoMprensibleMente por seguir
a la corrupción. Colombia, Locombia como se nombra algunas veces a esa en guerra y diCe sí a la CorrupCión.
esquina de América, es difícil de explicar. Para entenderla hay que introducir ColoMbia, loCoMbia CoMo se
en el saco variables como bandos armados (legales e ilegales), desigualdad,
narcotráfico, desplazados, armas y corrupción, por citar algunas. noMbra algunas VeCes a esa
esquina de aMériCa, es difíCil de
“Para empezar a entendernos deberíamos plantear un buen diccionario del expliCar
lenguaje de la guerra y la paz. Porque ahora todo el país habla del ‘proceso’ y
todo lo que tiene que ver con ello suena muy bonito, pero está muy alejado
de nosotros. Es un lenguaje de la élite, pertenece a quienes estuvieron en
La Habana, pero sigue faltando realidad. Nos perdemos en conferencias y
en cátedras que hablan de reinserción, rehabilitación, dejación de armas,
reincorporación... Pero la verdad del país es que seguimos en una guerra, en buenos y malos y porque, como apuntaban sus compañeras, la guerra
aunque se considere un hecho aislado que sucede en los territorios. Los duele desde cualquier lado. Hoy, conocedores de su historia, ambos hijos se
muertos, los líderes sociales, son muertos aislados”, señala contundente. sienten orgullosos de su pasado. Y ahí, el adolescente, que nos ha servido
café, se acerca, sonríe y besa a su madre.
Para Flor González, en Colombia se da un juego maldito que asume que
todo aquel que tomó las armas es malo y no se juzga al corrupto que dirige —“Si la guerra sigue, si no se han resuelto los problemas, ¿qué os queda? El
el funcionamiento del país. “¿De qué estamos hablando cuando aquí hay panorama es duro. ¿Hay esperanza para la paz?”, le preguntamos.
presidentes como Uribe que tienen un vínculo directo con los paramilitares?
Y si hablamos de narcos, solo hace falta pensar en Samper”, apunta la —“Nos queda soñar y sí hay cierta esperanza, la de nuestros hijos”, contesta.
exguerrillera. Ella, ya reinsertada y con familia, tuvo en un momento Victoria Sandino, senadora de las FARC y excombatiente, coincide: “Colombia
dado que huir de su país y exiliarse. Entonces estaba en la diana de los ha cambiado y dado pasos importantes. Nunca antes se había pensado que
paramilitares. la izquierda sacara ocho millones de votos. La gente ha empezado a perder
el miedo. No obstante, se deben dar cambios estructurales para que haya
En su opinión, para que las mujeres y hombres que como ella se armaron justicia social. No se justifica que en este país, con un territorio tan rico y
puedan volver a ser ciudadanos, hace falta acompañamiento del Estado. diverso, mueran niños de hambre, y eso pasa en El Chocó, en la Guajira y en
Desde un punto de vista social, dice, es necesario articular una vuelta a Bogotá. No se justifica que siga existiendo una población tan numerosa con
las comunidades de donde salieron esas personas. “Hay que llevarlas a vocación agropecuaria y tantas tierras, y que no se asignen tierras. Eso tiene
los lugares desde los que se perdieron y seguir un proceso de transición. que cambiar, pero repito, hay esperanza”. #
Esa gente no puede volver sola, debe hacerlo con ese Estado que nunca
estuvo y que fue la razón por la que empuñamos las armas. Hay que pensar “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y
en convertirnos todos en gestores de paz, en volver a reconstruir lazos y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni
acabar con el desarraigo familiar que crea una guerra. Lo segundo es ver qué los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni
aptitudes tienen. No vale con idear -desde Bogotá- un proyecto productivo los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas
y olvidarlos en el campo”. a través de los siglos y los siglos han conseguido
reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la
Respecto a las cuestiones más relacionadas con el género y la guerra, es muerte…. Ante esta realidad sobrecogedora, los
contundente. No duda de que las combatientes lo tienen más complicado inventores de fábulas que todo lo creemos, nos
para volver a ser ciudadanas: “Quienes hacen las políticas de reinserción son sentimos con el derecho de creer que todavía
hombres”, explica. También habla de la existencia de una “política vaginal” no es demasiado tarde para emprender la
dentro de las guerrillas, algo que no está en ningún manual y pocas reconocen. creación de la utopía contraria. Una nueva
“El problema del machismo es estructural y se da en la guerra y en la paz. Lo y arrasadora utopía de la vida, donde nadie
único a lo que nos podemos agarrar es que ahora somos más conscientes y pueda decidir por otros hasta la forma de
estamos más preparadas, pero el patriarcado está en todas partes”. morir, donde de veras sea cierto el amor y
sea posible la felicidad, y donde las estirpes
En su caso, no tuvo hijos mientras combatía: “Imposible en un campamento”. condenadas a cien años de soledad tengan por
Decidió ser madre tras dejar las armas. Su compañero también guerreó. A fin y para siempre una segunda oportunidad
los niños no les contaron que habían sido parte de la guerra hasta que fueron sobre la tierra”. (Extracto del discurso de
lo suficientemente mayores. No lo hicieron para que no se autolimitaran Gabriel García Márquez al recoger el Premio
política y socialmente. No querían que cayesen en esa división del mundo Nobel de Literatura en 1982).
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