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La polémica era previsible cuando el Museo Thyssen inauguró una
retrospectiva sobre Balthus que incluye sus controvertidos cuadros con
adolescentes semidesnudas en actitud sugerente, especialmente el
famoso Teresa soñando. Hace un par de años ya se puso en marcha una
campaña de firmas con el objetivo de que el MET retirara la obra o al menos
incluyera un mensaje advirtiendo que podía resultar ofensiva para algunas
personas. El motivo es que la modelo, Teresa Blanchard, tenía 12 años
cuando posó. El museo neoyorquino se negó a hacerlo. El cuadro se expone
ahora, y hasta el próximo 26 de mayo, en el Thyssen junto a otras 46 obras
del pintor francés.
“Reducir la pintura de Balthus solamente al aspecto de la polémica sexual
es hacerlo muy superficial”, en opinión de Juan Ángel López-Manzanares,
comisario de la exposición. “Comprendo el debate que se ha suscitado a raíz
del MeToo, pero no se puede juzgar a Balthus en base a ello”. Para López-
Manzanares, “hay que contextualizar e intentar comprender su obra dentro
del entorno cultural y artístico de la época”. Y tener en cuenta su forma
de entender la adolescencia. “Para Balthus la infancia era una época muy
importante del desarrollo del ser humano y de la mujer. Veía la adolescencia
‘La calle’ (1933).
Juan ÁngeL López-manzanares: «CritiCar o Censurar una
pintura o a un pintor por Lo que pinta pareCe Casi propio
de regímenes totaLitarios. Ha Habido artistas Como
Caravaggio aCusados de asesinato, pero eso no quita para
que su obra sea magnífiCa»
como el momento de paso entre la inocencia de la infancia y la conciencia
social y sexual de la madurez”.
A la hora de diseñar la exposición, el Thyssen ha planteado un recorrido
cronológico, pasando por todas las etapas del artista. Además, durante el
recorrido han incluido vídeos y textos explicativos junto a testimonios de
algunas de las modelos que posaron para él. “Siempre dijeron que las trató
con exquisitez, nunca hubo ningún comportamiento inapropiado por su
parte”, puntualiza el comisario.
Muchos pintores, antes y después de Balthus, han retratado a adolescentes
desnudas o protagonizando escenas eróticas. Incluso de violencia o violación.
López-Manzanares argumenta que si estos cuadros en concreto levantan
ampollas tiene también que ver con el estilo. “En las pinturas de Picasso y
otros artistas de vanguardia podemos pensar que los desnudos son una alegoría,
todo es más abstracto. En la obra de Balthus hay una sensación como de estar
presente, hay un mayor realismo. Eso hace que nos sintamos un poco incómodos
ante estas figuras”, explica. Gina Driéguez, historiadora del arte y experta en
filosofía, arte y literatura con perspectiva de género, indica que algo parecido
sucede con Lolita, de Nabokov. “Es un libro tan bien escrito que sitúa al lector
en el lugar del abusador, y eso ha ayudado a crear en el imaginario colectivo la
imagen de la lolita que provoca y, hasta cierto punto, también ha ayudado a
justificar el comportamiento del abusador, porque era ella la provocadora. No
creo que cuando Nabokov escribiera este libro o que cuando muchos artistas
pintaran sus obras quisieran decir que lo que retrataban estaba bien. El peligro
‘El aseo de Cathy’ (1933). está más en la conciencia colectiva que se ha creado a partir de ellas”. >>
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