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# empresasempresas
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        >>                      Hay que potenciar los programas de ‘mentoring’ entre mujeres.  Las grandes
                                compañías incorporan desde hace ya muchos años programas de mentoring entre mujeres como parte del desarrollo
                                profesional, tanto de la persona mentorizada como para la que realiza la mentorización. Desde mi perspectiva,
                                habiendo estado en los dos roles (mentorizada y mentora), creo que es algo fundamental para el crecimiento
                                profesional y, muchas veces, también para el personal. El mentoring entre mujeres ayuda a poder enfocar mejor
                                diferentes aspectos que son importantes para nosotras y, por ello, debemos potenciarlo, tanto en multinacionales
                                como en organizaciones más pequeñas y, por qué no, entre mujeres profesionales de distintos ámbitos.



                                Apoyo a las nuevas generaciones.  Las mujeres profesionales tenemos una responsabilidad
                                para con las generaciones más jóvenes y su incorporación al mundo laboral. No solo a nivel de contratación,
                                que también, sino a la hora de ayudarlas a visualizar las diferentes oportunidades que existen y explicándoles
                                cómo son las dinámicas de negocio y empresariales. Por eso es importante que tengamos presencia, mediante
                                charlas o  entrevistas personales  en colegios, universidades, centros de  formación profesional  o escuelas de
                                negocio. Es importante que las niñas tengan mujeres referentes en las que mirarse y que compartan con ellas
                                las oportunidades, las barreras y otras experiencias ligadas al desarrollo profesional para inspirarlas y que se
                                conviertan en las líderes del mañana que necesitamos.



                                Compartamos,  de verdad,  las responsabilidades familiares.  Es absolutamente
                                fundamental que sigamos insistiendo en este aspecto porque las mujeres no tendremos un 100% de igualdad
                                profesional si no conseguimos que la sociedad asuma que las responsabilidades familiares son tanto de la mujer
                                como del hombre. Hemos avanzado mucho pero todavía queda un largo camino, y no olvidemos que lo que
                                nuestras hijas e hijos vean en casa será lo que reproduzcan en sus futuras familias. Las mujeres y hombres
                                son pilar fundamental en sus familias. Si nosotras aceptamos ese rol en solitario difícilmente conseguiremos
                                desarrollar una carrera profesional de éxito y que nos realice.


                                Invirtamos tiempo y dinero en nuestra formación. Desafortunadamente, durante mi
                                carrera profesional he visto a muchas mujeres parar su formación una vez alcanzaban cierta posición o decidían
                                formar una familia. Y eso es injusto para con una misma, pero también para con nuestro entorno. Una mujer
                                que va dejando sus sueños en el camino para adaptarse al día a día difícilmente alcanzará su plenitud personal
                                y profesional. Por tanto, la formación continua es absolutamente clave para estar al día, seguir aprendiendo e
                                incorporando nuevas dinámicas de trabajo, nuevos conocimientos que nos ayuden a seguir con éxito nuestra
                                carrera.



                                Démonos permiso para equivocarnos.  El paradigma de la mujer o el hombre perfecto es
                                antiguo y una manera de crearnos presión innecesaria. Todo nos equivocamos y debe ser así porque eso nos
                                ayuda a crecer, a evolucionar y a mejorar. Evidentemente no estamos hablando de equivocarnos siempre o de
                                ser irresponsables, pero sí de sopesar riesgos y tomar decisiones siempre. Si la decisión tomada no es la mejor,
                                aprenderemos para la próxima, pero es mucho peor no tomar decisiones y dejar que las “cosas se arreglen por
                                sí mismas”. Seamos valientes y aceptemos el reto de decidir, con lo que ello implica, para liderar equipos y
                                organizaciones de valor.




                                                     Espero que estas reflexiones y consejos ayuden e inspiren a otras mujeres en su camino hasta
                                                     alcanzar sus metas profesionales. Escribirlas me ha ayudado a darme aún más cuenta de
                                                     que debemos avanzar a un ritmo mucho más acelerado hasta alcanzar una igualdad real. No
                                                     podemos esperar 99 años a que eso suceda, tal y como estima el informe Global Gender Gap
                                                     Report 2020 del World Economic Forum, habida cuenta de los grandes beneficios sociales y
                                                     también económicos que una igualdad real puede reportar al a la sociedad en todo el mundo. #

                                                                                          Reyes Justribó es directora general de IAB Spain


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