El cierre del programa de conferencias del Día C ha estado protagonizado principalmente por el mundo de la cultura y el periodismo. Abrió la sesión Ana Pastor, periodista y presentadora, que, haciendo honor a su profesión, hizo un repaso por su trayectoria vital y profesional a través de preguntas. ¿Quién eres?, ¿Quién quieres ser? o ¿Cómo conseguirlo? servían de ayuda a la profesional para recorrer su infancia, su deseo de ejercer el periodismo desde niña y su decisión de crear una empresa, Newtral. “Es un proyecto diferente que habla de mi actitud como periodista”. Habló de su valentía y de sus miedos, de su experiencia, de sus logros, sus errores y aprendizajes. En todo ese recorrido ha encontrado la conexión con la actitud: los principios sobre los que se funda su empresa lo son, la transparencia que asegura les define como compañía, también, verificar es actitud para explicar las mentiras (“mentir también es actitud”) exactamente igual que identificar y reconocer errores. La pregunta que queda en el aire tiene que ver con el futuro. “Pasa por la tecnología bien utilizada. Vuestro trabajo [la publicidad] aguantará bien la llegada de la IA, igual que nuestra [periodismo] profesión. Estamos viviendo momentos apasionantes de cambio en general”.

Gustavo Lauria, director general creativo y fundador de We Believers, se ha apoyado durante su intervención en diferentes campañas que su agencia ha conseguido sacar adelante resaltando en todos los casos las dificultades que hubo detrás hasta llegar a ello. “Para mí es clave empujar a las marcas para que sean transparentes. Ellas saben que tienen un impacto en la vida de la gente y deben serlo”. Incluso, aunque eso suponga que las marcas reconozcan que forman parte de un problema. Ha agradecido la confianza que sus clientes depositan en su agencia (“es muy importante tener su confianza. Me han comprado ideas que el cliente no hubiese hecho jamás”) y ha defendido las conversaciones por encima de las presentaciones como una de las claves de su éxito. “Los clientes tienen que empujar las ideas junto a la agencia. No es convencerles, es que formen parte del proyecto”. Así, contaba, hacen crecer las carreras de los profesionales que están detrás de la marca. “Si les ayudas a que tengan éxito en sus carreras van a querer seguir trabajando contigo”.
Por último, Eduardo Casanova, actor, guionista y director, cerraba la sesión hablando de la actitud como algo incontrolable que tiene que ver con el estado de ánimo. “Todo lo que no se puede controlar en general hay que ponerlo al servicio de la creación”.
El color rosa, los lazos, la nostalgia y la tristeza, revelaba, son parte de la seña de identidad de él como marca, tal y como se definía. Al margen de sus obras en cine, Casanova ha hecho publicidad, se reconoce fan del mundo del marketing y ha opinado de cómo ve el sector actualmente: “ahora, imagino que por las circunstancias políticas y sociales que hemos y estamos pasando, la publicidad es demasiado correcta y me aburre un poco, aunque hay excepciones”.