Analistas citados por la revista Advertising Age señalan que la campaña de Windows 8, el nuevo sistema operativo de Microsoft, puede no haber acertado en su planteamiento, pues presenta el producto a través de atractivas imágenes de estilo de vida cuando debería poner más énfasis en el aprendizaje de su funcionamiento. Microsoft está invirtiendo más de 1.000 millones de dólares a escala mundial en este lanzamiento, cuya pieza publicitaria principal en un spot de televisión obra de Crispin Porter & Bogusky en el que aparece gente disfrutando de las nuevas prestaciones del sistema. Los analistas creen que éste presenta tales diferencias con respecto a las versiones de Windows que los consumidores pueden sentirse frustrados al comprobar que no es tan sencillo usarlo como aparecen en la publicidad